Si bien es cierto que
hay mucha información sobre las cadenas de bloques, no es menos acertado
indicar, que estas masivas notas, no siempre terminan de aclararnos lo que
realmente representa esta novísima tecnología y sobre todo, sus reales y
posibles aplicaciones en nuestra vida común y silvestre.
Agreguemos que
igualmente, aunque en mucha menor medida que sobre las criptomonedas,
escuchamos a detractores señalar que la cosa no es tan buena como se pinta y en
dado caso, sus opciones de funcionamiento tendrán que esperar unos cuantos años
para verlas en realidad.
Colocados ya en este contexto
separemos entonces el trigo de la paja, nuestra cadena de bloques o Blockchain
es en esencia sencilla, un libro mayor de acontecimientos digitales distribuido
en tiempo real entre todos sus miembros, cada “acontecimiento” es observado y
validado por todas los partes, guardándose en bloques de datos encriptados y
entrelazados entre sí, quedando un registro inmutable y permanente, donde no se
puede modificar nada de lo anotado, solo para añadir, y todo ello por consenso.
Este consenso
distribuido es incorruptible, aquí todos ven y validan lo que se esté haciendo,
si alguien fallase o intentase corromper la data simplemente el resto de los
miembros no lo reconocerían y en lo
absoluto podría cambiar lo establecido, la fuerza del protocolo subyace en su
total democratización del gobierno, este existe, pero es de todos y contiene
reglas que no pueden obviarse ni cambiarse, sin un consenso totalmente abierto
y transparente.
Así las cosas, debemos
objetivamente hablando reconocer que estamos frente a un evolución sumamente
importante del mundo como lo conocemos actualmente, no sabemos la profundidad y
alcance de hasta dónde vamos a llegar con el Blockchain, pero si estamos
segurísimos que se van a modificar, por decir lo menos, profundamente la
economía, las finanzas, los actores y los negocios a nivel mundial, las
oportunidades que se abren para todos, depende en una muchísima mayor
proporción de nosotros mismos, por supuesto que las limitaciones, controles e
imposiciones de poderosos intereses no van a desaparecer, pero las condiciones
pueden cambiar si la mayoría lo entiende y lo practica.
¿Qué hago con la cadena
de bloques?
Vamos a ver casos que
ya están andando, en Japón y también Dubái hizo un anuncio importante, aparte
de ser el primer país en reconocer las monedas digitales como medio de pago, el
país asiático se ha planteado varios proyectos que involucran el Blockchain, el
primero consiste en utilizar la tecnología para procesar las licitaciones
gubernamentales durante este año fiscal,
dejando atrás costosos servidores centralizados y toda una estela de ataques, y
robo de datos, colocando de manera electrónica todo el proceso, este estará accesible
a todos, los que cumplidos los requisitos, quieran participar, dándole un
ahorro importantísimo tanto al gobierno como a los participantes, quienes verán
y validaran de manera transparente y en tiempo real todo, garantizando la
integridad de los datos circulantes y la pulcritud de los resultados.
Igualmente está en marcha un proyecto que unifique todos los registros de
propiedades y terrenos en todo el país, hablamos de consolidar en un gran libro
mayor descentralizado 230 millones de parcelas y 50 millones de edificios, la
prueba piloto de tan ambicioso plan ya está en marcha y se espera probarlo a
mediados del próximo año, estamos hablando de que en un futuro cercano usted
podrá desde donde quiera adquirir con algunas de las criptomonedas de su preferencia
una propiedad en Japón, pagarla sin que este de por medio ningún intermediario
financiero y eventualmente tener su registro de propiedad, todo legal, seguro y
muy posible a un menor costo que por vías tradicionales, ah y no tiene que estar en dicho país para
hacer todo esto.
Unos de las sectores de
mayores desarrollo a pesar de años de burocracia, recelo y obstáculos, es sin
lugar a dudas la salud, la plataforma de MedRec es un
caso espectacular al respecto, maneja registros médicos a través de la cadena
de bloques de Ethereum, dándolo a los usuarios acceso a los datos del censo de
los registros médicos, convirtiéndolo en un Blockchain clínico y de
investigación, los “mineros” en este caso son investigadores médicos a los que
se le otorga acceso a los datos del censo de los registros, el paciente puede
decidir por sí mismo quien puede acceder a sus datos y puede acceder a él en
cualquier momento, en fin se genera un libro mayor donde la transparencia, la
seguridad de datos personales y el idóneo y adecuado intercambio de información
le dan un nuevo concepto totalmente renovador a la relación paciente y su
médico.
Podemos seguir bastante
rato dándoles ejemplos de los proyectos ya en marcha, de los que se inician y
de los que están apenas saliendo a la palestra,
debemos observar con detenimiento y el cuido adecuado a todos, lo cierto
es que esta tecnología del Blockchain no es un cuento ni un cosa de ciencia
ficción, son realidades cada vez con más fuerza y proyección.
¿A dónde vamos?
Sin temor a
equivocarme, el desarrollo del Blockchain cada día amplia más y más sus
posibilidades, para nuestra región con gran cantidad de recursos materiales y
humanos, pero con grandes retrasos y desigualdades endémicas entre sus
habitantes, la cadena de bloques permitiría equilibrar muchas de sus
deficiencias actuales, abaratar costos, transacciones seguras entre personas en
todo el mundo sin necesidad de intermediarios: elecciones, seguros,
telecomunicaciones, energía, medios de comunicación, asociaciones.