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Criptomonedas, a las puertas de la adopción global

miércoles, 21 de agosto de 2019




Una de las cosas que más me gustan y al mismo tiempo, generan una urgente necesidad de realizar cambios profundos en nuestra manera de manejar esta disrupción tecnológica que estamos viviendo en vivo y en directo, es sin lugar a dudas la velocidad en que se producen los movimientos reales a nivel global. Que quede claro que no refiero a anuncios de mercadeo, ni mucho menos a propuestas de escalar el cielo y que apenas si llegan a subir una mediana montaña, estoy hablando de sustancia, de hechos que en muchas ocasiones la comunidad criptográfica descuida, pero que marcara las pautas de lo que se nos viene ya. Con las criptomonedas, estamos a las puertas de la adopción global.

La teoría original del Bitcoin como mecanismo P2P para realizar transacciones y transferencias de valor sin intermediarios, es decir, convertirte en tu propio banco, diez años después ha demostrado que ese camino está muy lejos realmente de volverse masivo. Bien sea por los temores y desconocimiento de las personas comunes, las deficiencias operativas del ecosistema cripto, las poderosas fuerzas tradicionales o las propias estructuras de las sociedades actuales, el elevado objetivo primario no se ha cumplido, sin embargo, la industria descentralizada que ha nacido apunta a desarrollar caminos de usabilidad significativamente rápidos, poderosos y masivos.

Entramos entonces a rutas bifurcadas y nuevas.  

La adaptación a profundos cambios no es exclusiva de quienes originan una disrupción, por la propia naturaleza humana, las propuestas iniciales evolucionan y en muchas ocasiones se dirigen a rutas nuevas y enriquecidas con la suma de las partes. Organismos poli omnipresentes, gobiernos y organizaciones financieras tradicionales han demostrado tener el temple suficiente para adecuarse a los tiempos. Por supuesto que ni serán todos ni todos lo lograran, pero indudablemente muchos han hecho osmosis estructurales y han aprendido a adelantarse a sus entornos, son una especie moderna de transformación camaleónica, una acotación  para nada peyorativa, al contrario, una virtud imprescindible para cualquier ser humano o ecosistema creado o gobernado por humanos, que pretenda dirigir espacios de poder futuro.

El mundo se direcciona hacia distintas rutas y actores.

Facebook, Telegram, JP Morgan, IBM, el FMI, BM, Visa, Master Card, Ali Baba, Amazon, Google, los gobiernos de China, India, Estados Unidos, Australia, Alemania, México, Malta, Japón, Corea del Sur junto a muchos más ya asimilaron que no pueden deslastrarse de las criptomonedas ni de la Blockchain, que dependiendo de la óptica de cada uno, esto llego aquí para quedarse y por consiguiente si quieres ser uno de los constructores del futuro tienes que asimilarlas, y en combinación con la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, la computación Cuántica, la ciber seguridad y la evolución de las redes amalgamar las nuevas estructuras de poder.

No veremos entonces por ahora, ingentes y masivas personas intercambiándose dinero o valores sin utilizar algún tipo de intermediarios, tampoco asistimos a la desaparición per se de los bancos, ni será tan sencillo eso de saltarse las normas de los gobiernos así como así. La utopía libertaria en su estado más puro no será masiva.

Tampoco vamos a ser testigos de una homogénea actuación de los sistemas financieros tradicionales ni de las estructuras de poder estatal o global. En este nuevo juego de poder, hasta actores de menor calibre han descubierto que pueden, sin lugar a dudas, tener una fuerza mucho mayor a la que pudiesen poseer de acuerdo a su propio peso actual. La ley natural del más fuerte no ha perdido vigencia, está en nuestras historias y genes, lo que pasa es que ahora ha evolucionado, dando la posibilidad que diferentes y menores centros de poder, tengan la perspectiva de fundirse y convertirse en formidables competidores.

Es una nueva era en plena construcción.

Las criptomonedas van a ser utilizadas por el común de manera natural y sin que se enteren de lo que están haciendo. Libra, de Facebook, abrió el espacio y destapo un agujero negro que amenaza con absorberlos a todos.

Actores, nuevos y tradicionales, entienden que para colocarnos a las puertas de la adopción global, las criptomonedas deben ser irremediablemente estables. La persona común no apuesta en la bolsa ni realiza especulación financiera, usa su dinero para la cotidianidad y para poder, mediante el ahorro, obtener bienes futuros que le permitan mejorar su calidad de vida.

Las posibilidades de incrementar exponencialmente la inclusión financiera y de realmente extender una mayor equidad y democratización en el manejo, uso y distribución de las riquezas, es la verdadera fuerza del poder disruptivo de las criptomonedas.

Importantes actores del ecosistema cripto así lo han entendido.

Estamos presenciando como proyectos nacidos desde las entrañas de la propuesta original del bitcoin evolucionan. Los que eran simples intercambios de criptomonedas están avanzando hacia una nueva estructura financiera, adaptándose a marcos regulatorios y presentando alternativas y opciones radicalmente distintas a los actuales bancos. Algunos de estos, por otra parte, asimilan y ahora procuran adaptarse a esta realidad.

Proyectos de criptomonedas únicos, también empiezan a mutar. Han entendido que para poder tener éxito requieren convertirse en plataformas que ofrezcan diversas alternativas, su solo producto no les garantiza absolutamente nada. La inmensa mayoría de las criptos que existen hoy en día simplemente van a desaparecer, algunas incluso hoy en día existen solo como mención más que simbólica, en el Coin Market Cap.

No estoy seguro si será Telegram, Visa, Master Card o alguna sorpresa que cuente con una fuerte base de usuarios, pero ciertamente desde organizaciones con presencia global es que se va a lograr que millones de personas realicen transacciones con criptos potables, sencillas y cotidianas.

Entender que una cosa son los deseos y otra muy diferente las realidades, es fundamental para poder lograr espacios en este mundo global en construcción. Las criptomonedas van a avanzar rápidamente por caminos distintos a los que muchos pensaron, quizás no complazcan a los mayores sueños libertarios, pero ciertamente están abriendo infinitas alternativas para realizar importantes y profundos cambios en las estructuras actuales.

Las visibles contradicciones y disimiles intereses comerciales y financieros dentro de los mayores centros de poder actuales, son el mejor ingrediente para que se evolucione de manera natural hacia las criptomonedas. Diferentes gobiernos y bancos centrales están trabajando arduamente por emitir criptos propias, esto le dará una nueva dimensión a las relaciones y fuerzas productivas globalmente.

Es simplemente espectacular lo que estamos viviendo y para poder entenderlo de manera integral y adecuada debemos abrir nuestros sentidos. Es necesario ver hacia donde realmente está sucediendo los acontecimientos, quienes siguen encerrados en sus pequeños espacios no verán jamás que estamos a las puertas de la adopción global de las criptomonedas.

La integración hacia adelante de los proyectos de criptomonedas, que han comprendido que deben transformarse en reales opciones financieras, la adaptación de importantes actores del sistema financiero tradicional, que a su vez asimilan a las criptos como parte del futuro, la enorme presencia de organizaciones no financieras que se adaptan y se aprestan a participar de la construcción del mañana y la multiplicidad de intereses gubernamentales nacionales y globales, confluyen en explotar a las criptomonedas como una realidad masiva, global, heterogénea y de inmensas posibilidades.

Intégrese y súmese ahora al futuro en pleno diseño, luego no valen arrepentimientos. La adopción global de las criptomonedas ampliara las opciones para cualquier persona o actor que quiera formar parte de esta disrupción desde sus propias capacidades y expectativas. No habrá vías únicas ni poderes inmutables, pero apresúrese, el mundo ciertamente no va a esperar. 

Imagen de Pete Linforth en Pixabay

 
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