Sobregiro.
¡Volvimos! Luego de unas cortas vacaciones estamos otra vez con Ustedes, espero poder tenerlos al día con este torbellino de noticias y acontecimientos económicos que a diario bombardean nuestros sentidos, vamos a terminar la propuesta de discusión que iniciamos como propuesta de modelo económico y estaremos pegados a descubrir lo que se esconde detrás de los discursos y las poses de estudio.
El Federal: Fue impresionante ver la cantidad de comentarios y opiniones que demostraron, una vez mas, que los venezolanos ponemos muchísimas veces los intestinos a pensar en vez de nuestras neuronas, sino, como explicar que un connotado economista haya dicho de lo mas tranquilo que ese banco tenia once, si once ¡años quebrado!, no sale uno del asombro, se le olvido a muchos los datos de las colocaciones gubernamentales, los negocios en bonos y otras cositas que desdicen de la verdadera causa de la intervención, ¿Qué el banco tenia problemas? Por dios, todos en este mundo financiero lo sabíamos, lo sustancial fue la forma como se resolvió: en una quincena y con en horario de oficina, ¡Libro Guiness hijo! de verdad así no se maneja un problema de este tipo, se hace con profesionalismo y seriedad y no este circo que lamentablemente acompañaron algunos.
La Bolsa: Yo no se como terminara este injerto de arroz con mango, pero definitivamente esto que tratan de hacer en Venezuela puede tener muchísimas patas, pero muy, muy pocas cabezas, ahora les dio por empezar a cambiar nombres y pronto veremos como la Bolsa de Valores se convertida en: “Mercado Popular Endógeno de Intercambio Cero Ganancias”, bueno bien bolsas los creyones.
El Pudreval: Mas allá de las dramáticas implicaciones humanas y sociales que tiene el haber permitido de manera constante y consecuente que miles y miles de kilos de comida simplemente se pudriera, el boquete de la incapacidad, la negligencia y el mas absoluto desprecio por todos los que aquí habitamos se va a quedar corto con los ingentes recursos dilapidados y malgastados de todo este pandemónium enfermizo, que muy difícilmente volveremos a ver en las cantidades actuales, por que sumado a lo anterior pagamos miles y miles dólares por algo que jamás llego al país.
El Intercambio: Nada solucionan los controles, mucho menos en nuestros países donde la discrecionalidad es la moneda común, cada día vemos como se encarecen de manera impresionante los artículos que compramos y cuando los conseguimos, esta combinación de sequía hacia divisas seguras, con accesos naturales y normales lo único que generan son imparables mercados paralelos que nadie puede controlar, ni parar. De verdad estos brujos financieros nos llevan en un tobogán raudo y en caída libre.
