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Sobregiro.

martes, 8 de junio de 2010

  • Caben Cien: Así es, como decía nuestro recordado Hector Lavoe: entren que caben cien, cincuenta parados y cincuenta de pie, y es que muchos en el sector financiero hicieron fiesta con la caída en desgracia de los Bolibanqueros del régimen, se frotaban las manos pensando en los depósitos, que como un mana divino, entrarían en las arcas de sus bóvedas, también mucho agroindustrial se apresuro a prepararse para venderles a los mercados del gobierno, tarde piaste pajarito, la verdad verdadera es que el plan avanza con el viento a su favor, no habrá en Venezuela requicio donde el Capital del Estado no tenga las manos metidas, la sentencia esta escrita y como nos ha enseñado la historia en nuestro continente, estos regímenes arrasan y acaban con el empresario local y privilegian a las trasnacionales como socios confiables y asépticos en cuanto a la política interna, matan dos pajaros de un solo tiro, controlan todo el ciclo económico y le cortan la yugular financiera a los grupos opositores.
  • Lechuga Verde: La imaginacion venezolana definitivamente es fundamental para poder sobrevivir a este despiadado cerco mediatico de los bolivarianos, se intenta por todos los medios posibles de generar marcos supuestamente legales para manejar y monitoriar las informaciones no convenientes al gobierno, mas de 20 días sin operaciones cambiarías ya dicen mucho de la absoluta falta de seriedad e improvisación a las que nos tienen acostumbrados los órganos gubernamentales, de todas formas abrirán la compuerta y tengan por seguro algo, a ese caudal no lo frenan con locuras submarinas, ni teorías económicas muertas hace siglos.
  • Zapatero a su zapato: Advertencias de todas partes se hicieron cuando se empezó a ¡diversificar! las actividades de nuestra principal empresa nacional, la metieron a construir canchas, parque y cuanto cosa pedía alguna comunidad, a vender, cual camionero itinerante, bombonas de gas casa por casa y a montar cientos y cientos de mercados con productos importados por las nuevas filiales creadas para tal fin, hoy los resultados no pueden ser mas alarmantes, a la inmensa deuda que mantiene con sus proveedores, se le sigue sumando la incapacidad real de aumentar la producción diaria de barriles y ahora este empantanamiento de alimentos podridos y abandonados, lo que evidentemente, aparte de las consideraciones legales y sociales, entrañan una enorme perdida para la estatal petrolera que se le suma a esa caja negra en que se han convertido los informes financieros de la empresa, son lamentablemente malos augurios estos.
 
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