Devaluando la memoria.
No es ningún cuento chino y por mucho que se empeñen los ministros, vicepresidentes funcionales y el resto de esta camada de funcionarios que diligentemente aplauden y repiten cual loros socialistas cualquier ocurrencia del máximo líder, el gobierno actual tiene once años en el poder con un manejo total y absoluto de todas las instituciones del Estado, las cuales se han encargado de tejerle un traje a la medida de las exigencias que en cada una de las circunstancias ha “pedido” el Presidente, sin importar la legalidad o no de estas siempre se ha antepuesto el interés personal de imponer un modelo de sociedad rechazado por la mayoría de los Venezolanos en Diciembre del 2007. Adicionalmente al país le han ingresado ingentes ingresos jamás obtenidos en el pasado en un periodo similar de tiempo por exportaciones petroleras y por supuesto también han dispuesto de estos recursos como les ha dado la gana, sin ningún tipo de control o información real de en donde y para que han sido usados, y uno se pregunta: ¿y todo esto para que?
Desde el viernes 8 de Enero del presente año somos los bolsas un 50% mas pobres de lo que éramos, no pudo este nefasto régimen seguir corriendo la arruga de las consecuencias de todo ese minestrón de medidas absurdas y de proyectos endogenos de gallineros verticales, rutas de las empanadas, hatos de ordeños zamoranas y un largo etcétera y de golpe y porrazo se anuncio, a la carrera y con mucha clandestinidad, esta bestial devaluación que ahora intentan llamar “corrección monetaria”, en un nuevo intento de hacernos creer que es para fortalecer la producción nacional, ¿Cuál? La de las miles y miles de hectáreas hasta ayer productivas y hoy convertidas en tierra arrasada, no vale ya basta de vernos la cara de pendejos, nos repiten que hay fortaleza en la economía. Puras falsedades. No saben cómo recomponer el grave conflicto social, más que político, que han provocado. Digan lo que digan el pueblo comenzó a sentir los efectos de la devaluación.
No podemos perder la memoria, o es que acaso se nos olvido que en su alocución de fin de año el Presidente hablaba que nuestra nación podía darse el lujo de exhibir resultados económicos sólidos y positivos, mientras el resto mundo estaba en crisis y diez, ojo diez días después, nos envía esa molotov mata bolsillo. Sin lugar a dudas de todas las metidas de pata del gobierno esta desnuda en su grado más superlativo el rotundo fracaso de este experimento que les ha costado libertades, represión, persecución y cárcel a muchos venezolanos pero que para los sectores populares no eran temas de trascendencia, ahora las cosas cambian y este ajuste lo sienten donde mas duele: el estomago.
Han sido la bicoca de un billón de dólares los manejados hasta ahora y aun persisten en la patria alarmantes problemas de inseguridad, falta de vivienda, desempleo y ahora agua y electricidad, los que no han tenido respuesta contundente y satisfactoria, innumerables han sido las excusas para deslastrarse con éxito del bulto de la responsabilidad que tiene directamente el jefe de estado, veremos si todavía la mayoría de los compatriotas siguen pensando de esa manera. Va el gobierno ha aprovechar la mayor cantidad de bolívares fuertes que va a recibir por la liquidación petrolera para inundar de fantasías y nuevas mentiras a la población mas pobre del país, toca el trabajo de los demócratas taladrar en todos y cada uno de los espacios posibles la durísima realidad que nos espera y destruir el mito del oasis que intentara crear el régimen y así imponerse en las venideras elecciones parlamentarias.