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Venezuela y su ruta económica.

viernes, 24 de enero de 2014

Venezuela, la guerra de los idiotas.
La economía tiene una particularidad, puedes manipular cifras, estadísticas y eventualmente manejar la información de indicadores como a ti mejor te parezca, puedes lograr que el vaso medio vacío se vea medio lleno, puedes también tirarte discursos populistas hablando sobre soberanías inexistentes y ciertamente seguir engañando a muchos, pero si las cosas realmente van mal la calle siempre conseguirá reventar estos intentos y es que no hay nada más poderoso para desmontar una mentira, que el crudo enfrentamiento diario en una economía que simplemente no cubre ni siquiera las necesidades básicas de su población, claro podrás siempre buscar chivos expiatorios a quienes echarle la culpa, pero definitivamente no lograras escurrir el bulto del fracaso.
En Venezuela, el régimen que nos gobierna desde hace 15 años, es una muestra clara de lo anterior, cuando ya llevaba unos años en el poder y los indicadores sociales y económicos no empezaban a gustarle al gobierno, de inmediato creo uno de esos esperpentos burocráticos a los que nos tiene acostumbrado y empezaron a colocar hitos que simplemente presentaran una realidad que no existe, por ejemplo, las últimas cifras publicadas por el INE habla de que no solo ha disminuido el desempleo en nuestro país, sino que el empleo formal ha avanzado y la informalidad, buhoneros dixit, ha bajado ostensiblemente, hurgando sobre lo primero vemos como ahora una persona que logre trabajar una “hora” a la semana se considera ¡ocupada!, peor, de acuerdo a los parámetros del instituto en mención, ahora los compatriotas que venden en la calle pero están de alguna manera registrados ya forman parte de la economía formal, barbaros, empresarios independientes pues.
Tenemos entonces un gobierno que en lo absoluto es confiable en registros económicos, mucho menos sociales, ciertamente hacia el exterior venden un país inexistente lleno de imágenes de pobladores inmensamente felices y contentos, cuando la realidad de cada uno de nuestros días es en una enorme medida, una especie de búsqueda incansable por tratar de obtener alimentos y productos básicos alarmantemente escasos, así como ver como estiramos el dinero frente a una inflación oficial el año pasado del 56% y una devaluación de la moneda, que en menos de un año, ha alcanzado más del 160%.
Algunos economistas venezolanos hablan hoy de lo positivo de las medidas anunciadas por el gobierno, que si es buena esta flexibilización, que si la sinceridad, que si la supuesta despenalización del permuta, especie de mercado negro, es una buena señal, lamentablemente se les olvida dos cosas fundamentales: primero, que si estamos enfermos es producto de las nefastas políticas de quienes han tenido todo el poder durante los últimos años y segundo, estoy convencido que hasta para ellos era insostenible el bendito modelo que se han empeñado en poner en práctica y que a su despecho, no les quedo más alternativa que iniciar este conjunto de medidas monetarias para intentar frenar el alud de ajustes que se requieren para intentar estabilizar nuestra economía.
Por cierto, aquí no existe ninguna guerra económica, los pocos grupos de poder que pudiesen no ser afectos al régimen, no tiene ni la fuerza y creo que ni la intención de meterse en temas políticos, es tan solo una nueva distracción, muy bien vendida ciertamente, de un fracasado sistema que plagado de ineficiencia y corrupción ha ido minando las bases de la Venezuela productiva, para sustituirla por hordas de seudo empresarios de maletín asociados con burócratas rojos, es aquí donde con claridad se le ven las costuras al oficialismo, acabaron con el campo por medio de la toma indiscriminada de tierras en plena producción y hoy sin necesidad de ir muy lejos, podemos ver hectáreas y hectáreas de abandono y tristeza, han ido destruyendo el parque industrial expropiando empresas altamente productivas en su gran mayoría y convirtiéndolas en galpones llenos de trabajadores que simplemente no hacen absolutamente nada o en el mejor de los casos, llegan a un tercio de la producción que tenían cuando estaban en manos privadas, esa es la verdad de la tan mentada e inexistente guerra económica.
Veníamos por mal camino y desgraciadamente vamos ahora camino al despeñadero sin luces y sin frenos, en mi opinión este año la inflación en Venezuela debe estar muy cercana al 100%, el gobierno va a subir la gasolina para intentar cerrar la brecha fiscal, lo más seguro en un margen de Bs 2 a Bs 2,50 por litro, va a intentar aguantar el precio del dólar por lo que queda de año, dejando deslizarse lentamente en cada “subasta” y posponer para el 2015 una nueva devaluación, pero creo que en lo más mínimo tomara medidas integrales que pueda atacar de raíz el problema, seguirá su retórica y nosotros pagando los platos rotos de esta nueva batalla ficticia en contra del imperialismo y sus lacayos burgueses, puro cuento para las gradas.
 
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