Es definitivo, no
importa a lo que se dedique, en que área trabaje o que negocio gestiona, si
esta fuera del internet, su presencia y vigencia simplemente quedara supeditada
a su cuadra de posibilidades físicas, ni más ni menos, y el ciclo digital no da
tregua, cambiar nuestra mentalidad de inicios y cierres cada cierto tiempo
lamentablemente no nos ayuda a seguir el ritmo de esta maratón entre bits, que
ahora se acelera hacia una nueva era del “internet del valor”, una gran mayoría
corremos como locos en la búsqueda de las mejores posiciones, unos pocos
definitivamente han preferido ir muriendo de mengua y otra parte no menos
importante aún ve lejano su acceso a esta autopista, lo cierto es que quienes
apuestan hoy por la gloria del mañana, muchas veces terminan enredados en las
redes sociales.
Las crecientes cifras
del comercio electrónico, el manifiesto poder de una buena marca o de una buena
reputación, las herramientas cada vez mejores y con mayor facilidad para
desarrollar desde tu propia web hasta proyectos de más envergadura, hoy son una
realidad palpable, no se requieren ni grandes conocimientos técnicos ni grandes
capitales para iniciar la tarea, y sin colocar las cosas en un plano de extremo
simplismo, objetivamente hablando es muchísimo más fácil que ayer, se requieren
obviamente aptitudes y actitudes idóneas para el éxito y la buen marcha, pero a
diferencia de un pasado en absoluto lejano, hoy cada uno de nosotros puede
generar su propia marca, gestionar su empresa digital o posicionar su negocio
tradicional en internet y fructificar al máximo las ventajas que las redes
sociales nos ofrecen.
Aprovechar las
posibilidades de hoy, requiere de tener bien conceptualizado el mundo digital,
despacharlo con axiomas o clichés prefabricados puede representar un serio
retroceso o en el peor de los casos, un golpe difícil de digerir en mucho
tiempo, las redes sociales hay que tratarlas como corresponde, entendiendo, no
solo los temas de técnica, audiencias, ranking de las mismas, la segmentación o
el mejor horario para publicar, eso apenas es una parte del contexto, quienes
crean que contratando o manejando sus redes tendrá éxito solo con tener el
mejor software o el mejor técnico, se pelo, nunca olvidemos que detrás de las
maquinas esta un ser humano, que nuestros clientes son personas y que
simplemente identificarlos con un código y repetir una tarea día tras día, no
garantiza ni mejor posicionamiento, ni mejor reputación, ni mucho menos mayores
ventas.
En Venezuela y muchos
de nuestros países de América Latina, bien sea por la situación económica o por
querer “ahorrar” dinero, muchas empresas unifican la gestión de las redes
sociales en un empleado que desarrolla otra actividad, es común ver solicitudes
de empresas de servicios, firmas profesionales y de construcción solicitando
“recepcionista” que maneje redes sociales, craso error, demuestra por un lado
que realmente esa compañía no tiene ni más remota idea del significado y poder
de la comunicación digital, y por el otro un marcado descuido de la importancia
de contar con una adecuada gerencia de su propia imagen.
Igualmente, fruto de la
misma situación que impulsa a las empresas a buscar mayores ingresos, muchas
están estrenándose en las redes, de cómo lo afronten definirá si terminan
enredados en las mismas, si se hace por desesperación y premura lo más seguro
es que el remedio sea peor que la enfermedad, tomarse a la ligera la incursión
de un negocio con años de trabajo, no es para nada recomendable, debemos entender
y asumir la entrada al mundo digital como un proyecto transcendental y tratarlo
en consecuencia, relegarlo a niveles no adecuados puede hacernos pagar muy
caro, es definitivo internalizar que estamos abriendo una inmensa ventana
bidireccional, que traerá y llevara cosas buenas y malas.
Así las cosas y a pesar
de la necesidad cierta de utilizar al máximo las herramientas y las técnicas
que tengamos disponibles para la adecuada gestión de nuestras redes sociales,
es fundamental entender que nuestra empresa, nuestra marca es única, en ella
están condensados nuestra manera de ser, nuestra filosofía de vida, por eso es
esencial tratar nuestra relación digital como ciertamente tratamos nuestro
trato físico, no podemos terminar enredados en un mar de números, quejas y
confusiones, recuerden que la huella digital por más que lo intente quitar,
allí queda.
El tráfico digital es
poderoso y constante, donde cada día crecen más y más las vitrinas que muestran
una infinidad de productos, servicios y marcas, tener presencia efectiva y
eficiente se va haciendo impostergable para todos quienes quieran permanecer y
procurarse un presente y un mejor futuro, no es solo cuestión de estar y ya,
tampoco de simplemente aumentar las ventas, es un proceso que implica un alto
grado de conocimiento y compromiso con los avances de los negocios, las
finanzas y la sociedad en general, para de esa forma afrontarlo de acuerdo al
tamaño y fuerza de cada uno, lo importante no es si el más grande puede
invertir más, la tecnología para tener éxito está casi al alcance de todos, la
cosa es entender y asumir adecuadamente los tiempos que vivimos, convertirlos
en puntos a nuestro favor y no olvidar nunca que siempre al final, debemos
tratar a nuestros clientes, tal cual como deseamos nosotros ser tratados.