A
manera de balance.
Todavía continuamos
sacando las cuentas por años, a nuestros pensamientos lineales y continuos se
les hace en extremo difícil mirar el conjunto sin un antes o un después,
intentamos poner orden y sentido a nuestras actividades encapsulándolas en
periodos de tiempo, aparentemente no tenemos otra opción, para poder seguir
trazando un mapa mental “lógico”, necesitamos balancear y calcular.
Claro, en lo absoluto
es malo procurar obtener un resultado, revisar y juntar acciones con una línea,
nos imprime sentido y direccionalidad, sentimos que no hacerlo nos llevaría
hacia terrenos desconocidos, requerimos de un buen grado de certidumbre para
sentirnos en una zona segura, es lo natural, lo normal.
Disruptivo, como en
muchas ocasiones utilizamos y comprometemos frases que no estamos realmente
convencidos de aplicar, nos vuelve a traicionar la necesidad de la rutina, sin
darnos cuenta de que realmente los cambios que apenas empezamos a ver con el
Block Chain y las Criptomonedas, son parte de un espectacular movimiento que no
responde a ninguna línea estática del tiempo y que apenas observamos sus
inicios en trazos a los que definitivamente no estamos acostumbrados y es
que para algunos cuesta demasiado
entender que nos asomamos a una poderosa y nueva utopía, cuya fuerza parece
llevarnos a un mundo bastante diferente al que vivimos actualmente.
El Bitcoin, esa punta
de lanza que se ha convertido en el dolor de cabeza para algunos y en una
posibilidad diferente para otros, logra aglutinar para sí, los tiros de lo
mejor y de lo peor, cuando realmente solo forma parte de un mayor engranaje que
se inició mucho antes de su llegada, lo que pasa es que a alguien hay que amar
y a alguien hay que odiar, desde fantasía, basura y otras perlas de parte de
personajes que se empeñan, como siempre ha sido, en mantener el estado de
cosas, hasta otros que pretenden convertirlo en una especie de reencarnación de
un salvador mundial, en el medio, quedamos los demás, en primero los más, a los
que todavía no les toca en lo absoluto nada de lo que esta pasando, luego
tenemos a los cuervos, esos que han pululado el mundo desde sus catacumbas,
corroen todo hasta verle los huesos y si logran imponer sus términos son
capaces de acabar y arrasar sin miramientos, finalmente, los que nos apasiona
todo este zigzagueo que “pudiese” convertirse en una verdadera revolución
ciudadana, que acerque a los menos, les de poder y capacidad que no tienen, que
genere profundos cambios en nuestras relaciones sociales, económicas y humanas,
procurando unas condiciones mucho más equilibradas, distribuyendo más
extensivamente las opciones de tomar decisiones, con los pies sobre la tierra y
nuestras mentes en nuestros sueños, conseguir sacar los mejor del
individualismo dentro de la fuerza colectiva, he allí parte de los retos que
tenemos.
Consolidar el
ecosistema de las criptomonedas y el blockchain sigue, y seguirá por un tiempo,
siendo la tarea, la especulación financiera y la toma de ganancias en su
adecuada dimensión, son necesarias para consolidar a toda la comunidad, sin
embargo, es imprescindible fomentar bases sólidas sobre las que estamos
construyendo, no es posible que simplemente todo se ubique en especular y
especular, debe fomentarse desde el propio sistema, las capacidades necesarias
para fortalecer los principios que iniciaron todo esto que vemos hoy, es
necesario dar respuestas prácticas y viables a la gente, que al fin y al cabo
es la razón de ser de todo esto, los números y la capitalización del mercado no
pueden ser el motor de un cambio profundo, ese nunca fue el planteamiento, por
supuesto que hay que crecer y consolidar, pero debemos centrarnos y empezar a
ofrecer soluciones y hechos que lleguen a cada vez mayor número de personas y que
den valor agregado en serio.
Hay proyectos nacidos
de las Icos, que ya empiezan a tomar forma completa, es importante darles la
fuerza requerida para que avancen, la simbiosis con las fintech debe
acrecentarse a un mucho más, se deben dar pasos mucho, pero mucho, más
decididos hacia esa combinación de ese enorme cumulo de experiencias y logros
de estas exitosas plataformas con lo disruptivo de la cadenas de bloques, es
que el nivel de acercamiento con la gente y las soluciones prácticas que nos
han traído las fintech han sido impresionantes, ese quiebre hay que sacarle el
máximo provecho y elevarlo hasta arriba.
La masificación de la
aceptación de las criptomonedas como medio de pago es en sí mismo la mejor
consolidación de su uso, que hacia donde mire la gente pueda ver que es tan
simple como pagar y listo, la rutina en la psiquis colectiva es fundamental para
lograr introducirla en la memoria de las personas, hacerlas algo natural y
normal, no debería existir ningún tipo de emprendimiento serio y posible sino
contempla su presencia en el primer eslabón de la cadena, parece una
perogrullada pero simplemente sin gente no hay nada.
La notas se me acumulan
en la laptop, y pensar que ahora es que falta, sobran las preguntas y se diluye
el tiempo lineal de este año, pero las criptomonedas no reposan, continuaran su
paso a cada lapso, el 31 para ellas no es más que otro bloque que cerramos y
posiblemente otro alto o bajo vuelo que ocurrirá, y allí está el otro detalle,
la volatilidad y la creciente fuerza, que puede ser amenazante o no, de la
regulación, las dos van de la mano, el crecimiento, en extremo tímido desde el
punto de vista financiero global, pero espectacular y especialmente
significativo por su nivel y expectativa han hecho que los gobiernos y las
instituciones mundiales quieran tratar de “encauzarlas”, hablan de defender los
intereses de la gente y ya empiezan a dictar normas y leyes para su
ordenamiento, no sé hasta dónde y que cosas en definitiva traerá de bueno o
malo, lo que si estoy seguro es que la comunidad de las criptomonedas debe
tomarse en serio todo esto y procurar que desde sus propias entrañas nazca un
impostergable mecanismo que logre ir nivelando las aguas, a las contundentes
características de cero intermediarios, irreversibilidad, incensurable,
potabilidad, transparencia y confianza, hay que agregarle algo de estabilidad,
de manera natural y que empiece a darle asiento a su uso masivo.