Una universidad en la
India, agricultores europeos sacándole el máximo provecho a sus cosechas y
disminuyendo las pérdidas de valor, de hasta un 50%, acelerando la eficiencia y
la transparencia, importadores y exportadores mundiales reduciendo importantes
costos, generando sus propios contratos inteligentes y elevando la
productividad a niveles impensables hace un año, el sector fintech dando un
paso gigante en la adopción financiera sin barreras y creando identidades para
quienes hasta ahora no existen en el sistema, empresas de seguridad en la red
profundizando un esquema de blindaje espectacular, los más enconados enemigos,
públicamente hablando, del Bitcoin y las criptomonedas de la poderosa banca
tradicional, trabajando desde hace tiempo en la adopción de la cadena de
bloques para casi todos sus procesos, el turismo y la hotelería, las diferentes
redes sociales, los buscadores de la internet, el proceso de venta y consumo
digital, todos ellos y muchos más sectores avanzan con mucha fuerza en el
desarrollo y aplicación del Blockchain, sin embargo, en América Latina la cosa
parece ir en otra dirección.
La evolución que
estamos presenciando, está sucediendo a millones de revoluciones por segundos,
podemos ser simples espectadores o decidir formar parte de los protagonistas de
la nueva era tecnológica, salvo los escépticos de siempre y los derrotistas por
naturaleza, la cadena de bloques se expande a nivel mundial, bien sea, quienes
están llegando ahora y empiezan a descubrir cómo puede está disrupción,
ayudarlos en su desarrollo, o quienes desde hace un tiempo vienen estudiándola
y ahora trabajándola, el movimiento apunta hacia su adopción por una infinidad
de industrias, sectores, empresas y público en general, su capacidad para
reestructurar nuestras relaciones van a empezar este año a marcar pauta, es el
mapa de ruta de lo que se nos viene, no es en absoluto cuestión de gustos o de
aprensiones, los avances tecnológicos no dependen de deseos ni de colores, su
fuerza y dinamismo está marcado por los cambios que inicia y el efecto domino
que origina.
Existe un punto
fundamental y trascendental con el Blockchain, no depende de su implementación
por parte de ninguna autoridad en específico, su código abierto y publico nos
permite su desarrollo sin mayores protocolos, ni leyes, ni decretos ni nada por
el estilo, si bien es importante que los diferentes gobiernos y sectores
gubernamentales contribuyan a su impulso, su indiferencia o falta de interés no
es obstáculo para que empresas y personas naturales dejen de adoptarlo o
implementarlo, por supuesto que es importarte su concurso, pero repito, el
sector privado puede y debe tomar su propia decisión al respecto, tiene las
herramientas y los recursos para hacerlo.
Ciertamente existen
algunos que empiezan a incursionar en el funcionamiento de la cadena de bloques
en la región, pero lamentablemente es escasa y en extremo tímida, salvo los
emprendedores del Fintech, el resto de las áreas está prácticamente adormecida,
parece prevalecer hasta ahora, una especie de terror, ignorancia y absurdos
intereses en este juego de obviar la realidad, lo que pudiese convertirse en el
peor error que podamos cometer, porque en Europa, Asia, Australia y América del
Norte, no solo se abrieron de par en par para esta tecnología, sino que están
realizando ingentes inversiones a su desarrollo y aplicación, los proyectos
reales y las nuevas empresas que nacen de las ICOs, continúan su recorrido sin
pausa, abarcando cada vez más sectores y empresas que hasta ayer negaban
cualquier posibilidad al respecto, como la banca, que se estima que apenas para
el 2020 el 60% de estas instituciones tendrá su base en esta tecnología.
Es el momento que los
actores de América Latina tomen al Blockchain realmente en serio, necesitan
quitarse el pensamiento fiat de sus mentes y empezar a ver con claridad y
objetividad lo que ya se inició sin su presencia, escondiéndose detrás de
eufemismos y frases trilladas tan solo acelerara su pérdida de liderazgo y
presencia en su mercado, despachar todo este movimiento con ataques de
falsedades y medias verdades podría producir su desaparición en los próximos
años, tenemos la posibilidad de una innovación poderosa, el principal recurso
que requerimos para empujar todo este ecosistema nos sobra en nuestros países:
el recurso humano, ingentes profesionales con excelente formación y
preparación, con ideas y proyectos de vanguardia y que han demostrado una
inigualable capacidad de adaptación y mejora frente a los cambios de su
entorno, pero además, con una juventud impresionantemente disruptiva, capaz de
lograr éxitos en las más desiguales condiciones, es cuestión de tomar la
decisión y arrancar nuestra inclusión en este movimiento mundial.
Desde la clarificación
de las cuentas públicas, pasando por la adecuación de nuestros burocráticos,
interminables y corruptos procesos de gestión gubernamental, hasta el verdadero
aprovechamiento de los enormes recursos naturales que tenemos, el abanico de
posibilidades es simplemente espectacular, no significa, que quede claro, que
la tecnología de la cadena de bloques es una especie de salvador que viene a
dar repuesta a todos nuestros males, que no tergiversen mis palabras los rancios
y los escépticos del Blockchain, de lo que se trata es de llevar la batuta con
fuerza y determinación, frente a esta nueva evolución de la sociedad, sus
relaciones, sus negocios, la manera de comunicarnos y la forma como
transmitimos e intercambiamos valor, es un salto hacia adelante y quienes lo
hagan con sentido, responsabilidad y profesionalismo tendrán las mejores
probabilidades de encabezarlo.
El Blockchain avanza,
hemos dicho desde nuestra página que este es el año cero, las aplicaciones
prácticas ya las empezamos a ver, los resultados de los proyectos empiezan a
dar sus frutos, la extensión de la educación y formación sobre esta tecnología
se abre pasos a un ritmo endemoniado, su presencia en las casas de estudio a
nivel mundial es cada vez más poderosa, en el próximo mercado de trabajo su
huella y presencia aumenta de manera exponencial, los jugadores en todo nuestra
sociedad mundial hace un rato que listos y preparados, se aprestan a ser los
primeros en dar los golpes de timón, quedamos nosotros, no obligatoriamente de
ultimo, pero ciertamente sin mayores acciones, queda decidir de qué parte estamos
por estos lados, si del grupo que ni ve ni siente el futuro, o si por el
contrario lo visualiza y actúa en consecuencia.