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Más allá del Petro.

lunes, 5 de marzo de 2018




Creo que he escrito este articulo una diez veces, luego lo leo no me gusta y vuelvo a empezar, así que no se si termine este, y no es que ande buscando frases rebuscadas ni que por asomo piense en dejar de decir lo que con franqueza y honestidad pienso del tema. El punto es que siento que muchísimo más allá de los profundos arrebatos ideológicos que genera y de la justificada cólera que produce, quienes somos, viviendo o no actualmente, de Venezuela, tenemos que tener bien claro cosas que afecten nuestro presente y marquen el futuro. Debemos ver más allá del Petro.

La blockchain y las criptomonedas tienen sus bases fundamentales en la transparencia, su inmutabilidad, la descentralización distribuida, su profunda seguridad y sobre todo en su disruptiva democratización, que genera confianza para su uso y masificación. Nacieron para empoderar a la gente, al individuo, para que el colectivo tenga pleno control de sus actos, de sus activos y de la capacidad de intercambiar sus bienes, activos, ideas y valores sin intermediarios, en plena libertad y cuando así lo desee. Ahora que sean los gobiernos de países por demás centralistas, controladores, con muy o nula libertades y con marcado acento autocrático quienes quieran ser banderas con las cryptos representa la máxima conjunción del cinismo y la desfachatez.

Vamos, sin embargo, a revisar lo más objetivo posible como ha ido la cosa con este token PTR, su nacimiento ha tenido muchos puntos oscuros y no precisamente por algún factor externo es el propio gobierno que se ha encargado de hacerlo. Primero público un white paper confuso, genérico y con muchos lugares comunes y políticos que carecen de sustancia, han tratado remendarlo pero el ADN del proyecto emergió deforme. Lo han modificado varias veces, dijeron que primero Ethereum, después que terminan en NEM, y en el camino metieron a Decred a ser no sé qué cosa, a estas alturas los Smart Contract no están listos y aun no hay reparto de token porque no los hay, al final un arroz con mango que ya deja mucho que desear sobre todo si estás hablando de la blockchain donde sustentaras tu proyecto. Luego, inicias una subasta privada pidiendo hasta la partida de nacimiento de la bisabuela según para evitar que “manos oscuras” dañen el proyecto pero nadie sabe quién va a manejar y para que esa data, quienes estamos en Venezuela tenemos amargas experiencias del uso de estas listas. Hablan de 36 exchange listos para ofrecer El Petro, pero ni por asomo se sabe quiénes son en realidad, si tu producto, marca o servicio nace o emana prestigio los mejores no tendrían ningún problema en identificarse plenamente, aquí incluso se habla de una negociación que involucra el pago por parte del gobierno de unos 300 BTC y de una suma no revelada de PTR de regalo para entrar. Ciertamente eso puede darles un piso donde logren negociar los 44 millones de la venta publica, sin embargo, son tantas las capas de dudas y zonas grises que el propio emisor ha realizado que no la tienen fácil y menos si a todas las preguntas incomodas se responde con el discurso político, no hay argumentos financieros, ni técnicos, solo propaganda proselitista.

El tema legal y de respaldo es más espinoso la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dice textualmente en su artículo 12: “Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas marinas son bienes del dominio público”. En esto no voy agregar más, se lo dejo a los profesionales del derecho.

Más allá del Petro es lo que intento que veamos, si bien la primera parte de esta nota me imagino no le gusto a los defensores del gobierno esta que viene seguro no les va a gustar a algunos de quienes lo adversamos pero como la cosa no está por gustos y colores, sino por reales transparentes y sinceros deseos por el bienestar del país, vamos a seguir adelante. Que Venezuela se abra al mundo de la blockchain y de las criptomonedas a mí me parece una oportunidad única para enrumbarnos en la evolución que se nos viene. Que podamos comercializar con cryptos, incluyendo al Petro si tiene éxito, inicia un mundo de posibilidades comerciales, de negocios y financieras realmente bárbaras y poder desarrollar plataformas de intercambio sin barreras fronterizas eso es algo que se pierde en el horizonte. Que un comerciante pequeño pueda recibir cryptos, comprar nacionalmente con ella contactar por vez primera y pagar a proveedores internacionales sin intermediarios de manera directa, sencilla, rápida, segura y a un costo súper bajo inicia una era de indudables beneficios de crecimiento. Las Fintech, emprendimientos nacidos hace unos pocos años donde las finanzas y las tecnologías se unieron para darles respuestas a las gigantescas mayorías que o no tienen acceso a la banca tradicional o este es en extremo limitado y más bien simbólico, han conseguido en la blockchain y las criptomonedas la pieza que les faltaba para avanzar hacia unas relaciones financieras nunca vistas. Podemos en pocos años ser una importante fuerza motora de desarrollo en América Latina, México donde se concentra el 74% de las inversiones de las startup mundiales acaba de aprobar la Ley Fintech un revolucionario instrumento que anótenlo, pondrá a ese país a la vanguardia del desarrollo regional.

Por otro lado la legalización de la minería de criptomonedas y la creación de una escuela para estudios de todas estas materias son buenas noticias. En el caso de la minería esta debe verse como una buena alternativa para ingresos adicionales de algunos grupos de personas nunca como una especie de panacea que va a resolver el gravísimo problema de falta de empleo en Venezuela. Allí es precisamente donde el gobierno vuelve otra vez a meter la pata y lamentablemente repite sus errores y desatinos de siempre en los temas fundamentales con lo de la escuela de cryptos. La fuerza fundamental la que realmente puede sustentar las bases para un desarrollo importante económica y socialmente posible está en el impulso de la blockchain con todo, es aquí donde deberían estar concentrados los esfuerzos de estudios y avance. Debemos formar a nuestros jóvenes en esta disruptiva tecnología impulsar la adopción masiva por parte de los entes públicos e incentivar con mucho más ímpetu el financiamiento de emprendimientos privados que procuren su instalación nacional. Los temas adicionales como la minería, las ICOs y otras son capas que se originan de la matriz blockchain ese debería ser el mapa de ruta para lograr cosas buenas.

Dos cosa finales por ahora, primero no soy ingenuo ni mucho menos pero tengo que apostar por un país que si bien está hundido en una profunda crisis política y económica su mayor daño es social y por lo tanto, no puedo incentivar que se acelere más su destrucción. Esa tendencia macabra de jugar a asolar todo para después recoger no sé qué cosa no es mi naturaleza y no me prestare jamás a eso. Venezuela tiene unas enormes posibilidades más allá del Petro y si este gobierno coloca la blockchain y las criptomonedas en un marco legal y regulatorio adecuado hay que procurar sacarle provecho por el bien de todos, así de sencillo.

Este articulo fue publicado originalmente en mi nueva pagina en Medium donde colaboro con los buenos amigos de Agorachain Visitanos y descubre un mundo mas cerca de ti. 

 
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