Para poder entender en
donde estamos hoy en nuestro país con el tema de las cryptos, es necesario
mirar un poco hacia atrás, intentando esbozar como fuimos andando en este
camino desde que el buen Satoshi Nakamoto nos introdujo de lleno en esta
disrupción mundial.
En lo absoluto trato de
hacer un ensayo científico ni nada por el estilo, la idea es presentar lo que
considero los hechos más relevantes que se fueron realizando y condensar como
se están moviendo las criptomonedas en Venezuela.
De entrada yo divido
las cosas en dos puntuales momentos: antes y después del Petro. Y esto es
fundamental, porque hasta que se asomara el tema de las cryptos por parte del
gobierno en diciembre de 2017 durante una especie de feria de minería digital,
la actividad era motorizada casi exclusivamente por parte de los privados, y es
a partir de ese evento cuando el régimen que controla el poder del país se involucra
de pleno y ciertamente como todo lo que toca, lo daña.
Primeros
Pasos.
Es por los años 2011 y
2012 que empiezan los movimientos iniciales más o menos generales de las
cryptos en Venezuela, casi exclusivamente jóvenes por curiosidad y con ansias
de ingresos altos y rápidos en cualquier cosa que no fuera moneda nacional. Son
mineros caseros quienes asumen el riesgo y se lanzan al mercado, muy activos
desde el BitcoinTalk donde intentan aprender algo del tema, al mismo tiempo se
realizan los primeros intercambios fundamentalmente P2P, empieza entonces a
escucharse Bitcoin y Criptomonedas como opciones para ganar dinero. Hasta ahora
esto es una corriente subterránea, compuesta por arriesgados sin mayores
conocimientos técnicos de la cadena de bloques, desarrolladores y programadores
nacionales, de hecho salen proyectos locales que a pesar de tener el mérito de
la intención, no han logrado tener un impacto real y extendido a nivel local.
Dentro de Facebook y Telegram comienzan las voces que hablan de las cryptos, la
minería y el trading, surgen las novedades de SurBitcoin y LocalBitcoin, es en
estas aguas que nos movemos nacionalmente hasta avanzado el 2015, las cryptos
están limitadas a círculos pequeños, con información escasa o incluso
distorsionada y con la especulación financiera marcando totalmente la entrada a
este mundo.
En 2016 la UCAB realiza
un interesante curso sobre finanzas digitales y ya comienza a trascender el
tema más allá de la minería. La situación se desarrolla entre las detenciones
de mineros de bitcoin por parte del gobierno, acusándolos desde tráfico ilegal
de divisas hasta ‘traición a la patria’ por atentar contra el sistema eléctrico
nacional, la incipiente acción de algunos emprendimientos y
proyectos internacionales y la presencia de voceros oficiales de segundo nivel
que empiezan a manejar la idea de un medio de criptomonedas para crear un
sistema monetario nacional y desarrollar una ‘nueva divisa internacional’.
Nos encontramos en esos
momentos, a despecho de los abogados, en una especie de zona gris, donde pasar
de lo legal a ilegal simplemente depende del funcionario que realice la
actuación, no existe marco regulatorio ni nada por el estilo, todo se resume a
la posición y creencia de los burócratas de los órganos policiales y judiciales
del país. El creciente intercambio de bolívares por bitcoin, dominado de manera
avasallante por Local Bitcoin ante la retirada obligada de SurBitcoin,
evidentemente llama la atención del gobierno y de cryptos mundiales, proliferan
talleres, cursos y foros, casi todos dedicados a ‘como hacerte rico’ con la
minería y el trading, apenas se asoman algunas intenciones de ver el ecosistema
de manera integral y muy pocos trascienden la idea de la ganancia a la vuelta
de la esquina, la fuerte corrección de diciembre del 2017 los aterriza de
golpe.
La indiferencia y
ausencia de universidades, organizaciones empresariales y sectores de avanzada
económica es notable, la mayoría ve el tema como algo en extremo confuso y
etéreo, para nada les llama la atención. Esto es bien importante destacarlo,
porque el ecosistema se nutre desde el principio porque quienes buscan en las
criptomonedas una salida financiera como fin exclusivo y el sector oficial no
será precisamente la excepción.
Se
Asoma el Petro.
El domingo 3 de diciembre
del 2017 Nicolás Maduro Moros anuncia públicamente en su programa de televisión
N°98, la implementación en Venezuela
de un sistema de criptomoneda respaldada por las reservas petroleras llamada
PETRO, crea además una Superintendencia y un muy poco duradero observatorio
blockchain, que establecen 4 líneas maestras:
1. Estabilizar
la economía venezolana en un plazo estimado de ‘seis meses a un año’.
2. El
PETRO representa un criptopagaré con respaldo físico en las reservas de
petróleo.
3. Anular
el Dólar paralelo.
4. Revaluar
la moneda de curso legal “Bolívar”, tomando la paridad monetaria fija
Bolívar/Petro en el cual el mercado principal será el Bolívar para evitar el
hundimiento del Bolívar frente al Petro.
Nada
de eso sucedió.
La
corta historia del Petro, es sus dos principales versiones, realmente nunca
cumplió con algo de lo que se prometió en cada uno de los anuncios oficiales.
El acto del 20 de febrero de 2018 de activación de la preventa del ‘primer
Petro’ es más que elocuente, allí Maduro aparte de anunciar que “ya tiene en
sus manos $735.000.000 (Setecientos treinta y cinco millones de USD)”, autoriza
que una serie de servicios se paguen en cualquier criptomoneda, incluido el
Petro:
· Ordena
a PDVSA, a Pequiven y a la Corporación Venezolana de Guyana (CVG) para que
empresas del Estado realicen un porcentaje de su compraventa de productos a partir
del martes en moneda Petro convertible.
· Autoriza
a las Cajas de Ahorros a adquirir criptomonedas "para desarrollar granjas de
minería digital y proteger los ahorros de los trabajadores a través del
Petro".
· Servicios
consulares, en todas las embajadas y consulados de Venezuela.
· Combustible
y los servicios asociados a las aerolíneas en Venezuela.
· Prestadores
de servicios turísticos nacionales o internacionales, públicos y privados.
En este primer Petro
fueron anuncios tras anuncios, que si la Blockchain de Ethereum, que si NEM,
que si los rusos, los chinos y pare usted de contar. Miles de eventos
nacionales e internacionales para vender lo invendible, pero que en el camino
unió a más de un vivo que quería ver si podía agarrar algo de la fiesta, y mira
que varios han agarrado, todavía siguen haciéndolo, y no precisamente Petros. Al
final de esta primera historia, Maduro confirma haber recibido, distribuido y
gastado 3.338.000 de dólares en una de sus interminables cadenas el 26 de abril
del 2018, incluso se dedica a otorgar y distribuir, por lo menos en el papel, lo
supuestamente recaudado. Se continúa
hablando de todo lo que se va a poder hacer con el Petro, pero este no aparece
por ningún lado, análisis serios y sin la autocensura de muchos, demuestran
como simplemente estamos en presencia de una Petro estafa en acción. De repente
como todas las cosas de este régimen, el 20 de septiembre del 2018 el gobierno
lanza otra proclama criptográfica, estableciendo que “a partir del 1 de octubre
el Petro entrara en una nueva etapa como moneda de cambio comercial”, ¡renace
el Petro!
Este Petro segundo,
anuncia una Blockchain propia, un nuevo White Paper y nuevas condiciones. Solo
ellos saben de dónde vinieron y a donde se fueron los tres mil trescientos treinta
y ocho millones de dólares que aseguran haber recibido del primer Petro. Ahora
se comienza de cero, con emisiones infinitas durante 10 años y la primera está
compuesta por 100 millones de Petros, de los cuales el 51% quedaran en reserva
del gobierno y el 49% para la venta al público.
El nuevo Petro conserva
su anclaje al decreto 3.196 publicado en la Gaceta Oficial N° 6.346 del 8 de
diciembre del 2017, pero ahora establece que se “harán tanta emisiones a que
haya lugar en relación a las reservas fijadas como respaldo principal, en un
lapso de 10 años”. Y rematan con esta perla: “Cada emisión tendrá una cantidad
finita a emitir, por lo tanto el Petro es finito”. En otras palabras, de
acuerdo a sus propios análisis sobre ‘el respaldo principal’, fijaran la
relación de las reservas y emitirán Petros en consecuencia, hay que leer bien
para entender que lo que proponen es una especie de maquinita de hacer dinero
digital como burbujas de jabón, así como en lugar de hacer lo que determina
este libro blanco con respecto al precio: “Su precio para la primera emisión
estará referenciado en el valor de venta en los mercados internacionales de los
recursos que forman parte de la canasta de Commodities que respaldan al Petro”,
simplemente Maduro, como lo ha hecho hasta ahora, impondrá el precio de acuerdo
a nada más que su criterio.
Si algo le faltaba a
toda esta historia, era la desnudez en la que quedo el Petro segundo luego del
primer apagón nacional de este año, ocurrido el pasado 7 de marzo. Aparte de
haber quedado totalmente desconectados sus nodos y permanecer temporalmente sin
conexión y suspendida su red, todos los servidores que la sustentan están en
control total del gobierno y ubicados geográficamente dentro del país.
Ratificando que solo ellos tienen control, manejo y uso de la red, dejando muy
poco a la imaginación de lo que pueden hacer y manipular.
Minería
Verde.
En paralelo con toda
esta entrada del gobierno dentro del tema de las criptomonedas, la minería
recibía contradictorias y diferentes líneas de acción. Cuando se anunció el
Petro primero, se hablaba de una criptomoneda minable y en consecuencia se dijo
desde las grandes esferas que se abrirían ‘granjas mineras’ desde organismos
públicos hasta en las más apartadas escuelas públicas a nivel nacional, de
hecho el primer paso de este supuesto gobierno criptográfico fue abrir un censo
minero, para según ellos, regularizar y empadronar a todos en igualdad de
condiciones.
La cosa es que ni el
primero, ni el segundo Petro es minable, sin embargo se importaron con dinero
público, sin respaldos presupuestarios, licitaciones o algún tipo de mecanismo
de control miles y miles de equipos para minar criptomonedas. Fue tanto el
grado de desfachatez oficial que más de un Gobernador, Alcalde y diversos funcionarios de
diferentes niveles exhibían en las redes sociales las maquinas compradas para
iniciar una especie de revolución digital del trabajo, una ‘chamba’, como les
encanta decir a los del gobierno, que acabaría con el desempleo juvenil y
produciría ingentes cantidades de dólares para la consolidación de la nueva
soberanía monetaria.
De nuevo la realidad de
lo que aconteció es prueba fehaciente de que las intenciones del régimen
siempre ha sido captar incautos para sus trampas. Las granjas mineras al final
fueron esparcidas entre funcionarios de alto nivel de jerarquía y en zonas
verdes, pero esta ultimas no precisamente en campos ni en sectores rurales,
sino dentro de la más alta nomenclatura militar del país.
Así una parte por demás
mayoritaria del intercambio nacional de bitcoin, proviene precisamente de esta
minería verde que ha hecho ricos a un privilegiado sector del poder en
Venezuela.
Leyes
en la Ilegalidad.
Existen algunos
defensores de la cadena de bloques que juran que pueden permanecer en una
especie de globo aséptico de todo lo que ha movido, y seguirá moviendo al
mundo, como lo son la economía y la política. En sus grupos, círculos y
plataformas rechazan las discusiones que profundicen políticamente sobre el
ecosistema, juran que simplemente con la sola fuerza que encarna la Blockchain
es más que suficiente para imponer un nuevo orden mundial, desde una honesta
sinceridad les deseo éxitos, aunque ciertamente para mí la cosa no es tan
sencilla, ni depende exclusivamente de que la tecnología se imponga por encima
de todo.
Una ilegal Asamblea
Nacional Constituyente aprueba el 20 de noviembre de 2018 un “Decreto
Constituyente sobre el sistema integral de Criptoactivos”, publicado por cierto
con un sospechoso retraso de dos meses y diez días, en la Gaceta Oficial N° 41.575
del 30 de enero del 2019. Son 63 artículos en total, de los cuales 58 se
dedican a la creación, organización y alcances de la Superintendencia de
Criptoactivos y actividades conexas (SUNACRIP), otorgándole un impresionante y
discrecional poder sobre lo humano y lo divino. Quedan 5 artículos, que
quitando 2 dedicados a generalidades, en apenas 3 escuetos artículos este órgano
del gobierno pretende abarcar todo el novísimo ecosistema de la cadena de
bloques y las criptomonedas.
Apartando la enorme
ignorancia de quienes elaboraron este panfleto, desconociendo hasta las
posibilidades y características más elementales que conforman la Blockchain, sale
a relucir la única y real intención, que no es otra que la de querer obtener de
alguna manera u otra ingresos en monedas fuertes y procurar tener control sobre
los intercambios y las remesas que de forma continua, siguen aumentando se
volumen en el país.
Destacando
adicionalmente que ninguna de estas leyes, decretos, medidas y anuncios han
sido discutidos, conversados o por lo menos informado más allá de los círculos
de poder actual. Han sido decisiones tomadas dentro de las más altas esferas
del gobierno, atendiendo única y exclusivamente su visión y óptica, ejerciendo
en su extremo más representativo la democracia participativa, claro la de
participar a los demás lo que ya ellos decidieron.
La providencia
“mediante la cual se establecen los requisitos y trámites para el envío y
recepción de Remesas en criptoactivos a personas naturales en el territorio de
la República Bolivariana de Venezuela”, publicada en Gaceta Oficial N° 41.581
del 7 de febrero de 2019 ratifica una vez más, de que lo que hemos dicho, se
confirma con los hechos.
Empecemos por algo que
me voy a eximir de catalogar, se los dejo a su criterio: El articulo 5 LIMITA el monto que podamos recibir
mensualmente a un máximo del valor equivalente a 10 Petros!, ‘excepcionalmente’
la SUNACRIP, me imagino por lo magnánimo que son, podrá ‘autorizar’ un monto
superior de hasta el valor en moneda extranjera de 50 Petros.
Se establece luego una
comisión financiera, no impuestos, sino comisión por transacciones, desde un
mínimo de 0,25 Euros hasta el 15% de la operación, quedando esta decisión a
falta de especificación dentro de la providencia, a criterio de la
Superintendencia o funcionario designado por ella.
Adicionalmente dejan
bien claro que solo la plataforma digital designada por ellos será la única
autorizada para realizar dichas operaciones de remesas, insistiendo que se
reservan el derecho de solicitar cualquier tipo de documentación adicional a la
identificación nacional, conocida en Venezuela como Cédula, y a la fecha de
nacimiento.
Queda pendiente de
acuerdo a la Ley de Criptoactivos la publicación en un plazo máximo de 90 días
hábiles a partir del 30 de enero, del reglamento correspondiente y así
completar por los momentos el marco que rige las actividades dentro del país de
los criptoactivos y demás componentes del sistema.
Uso
por Necesidad o Adopción.
En varias de nuestras
notas hemos mantenido que existe, sino manipulación por intereses particulares,
un gran desconocimiento cuando se difunde y se afirma que “la adopción de las
criptomonedas en Venezuela es masiva”. Han contribuido a esta tendencia medios
digitales y lamentablemente algunos buenos proyectos, quizás en la intención de
crear un ambiente positivo para sus propuestas de negocios, publicando cifras
sacadas fuera de contexto algunas y otras simplemente falsas, colocar una
calcomanía frente a un negocio no significa que realmente se acepta
criptomonedas como forma de pago, esto en Venezuela no es ni taxativo ni tan verídico.
Un ejemplo ilustra lo
que digo: El C.C. Parque Los Aviadores en Maracay, que intenta mantenerse
funcionando adecuadamente dentro de lo dramático de la situación, tiene
alrededor de 400 locales disponibles, nunca lograron ocupar todos y hoy mucho menos
del 40% se mantienen activos regularmente, en un momento se anunció que todos
aceptarían pagos con criptomonedas, la realidad actual es que muy, muy pocos
comercios realmente aceptan este medio como método de pago.
Por eso es
imprescindible que veamos la cosa en su justo valor, contexto y sentido.
Primero entendamos el
contexto del sistema en Venezuela:
· Los actores privados que participan al
día de hoy, buscan fundamentalmente la especulación financiera mediante la
minería y el trading.
· La fuerte intervención del gobierno con
intereses muy particulares distorsionan profundamente todo el ecosistema.
· Intensiva minería de bitcoin por parte
de altos funcionarios y sectores del gobierno, marcan los volúmenes de los
intercambios.
· La brutal hiperinflación ligada al aun
control de divisas, genera la ‘huida’ por imperiosa necesidad de protección del
patrimonio, hacia las criptomonedas por parte de privilegiados pequeños
sectores públicos y privados.
· Un marco regulatorio cargado de
impresiones de ilegalidad y extendida desconfianza hacia un gobierno carente de
cualquier tipo de seguridad y libertad.
· Escasa participación de organizaciones
empresariales representativas.
·
En Venezuela existían unos 300 mil
comercios formales hace cinco años, hoy se estiman que siguen funcionando unos
180 mil, muchos irregularmente y a nivel muy básico.
· Un Petro desnudo, totalmente
centralizado, con innegables bases de prevaricación, manipulado y con muestras más que evidentes
de ser una estafa en todas sus letras.
· Indiferencia de sectores universitarios,
emprendedores y de avanzada tecnológica hacia la Blockchain.
Siempre he defendido la
necesidad de ubicarse adecuadamente para poder ver las debilidades y fortalezas
que tenemos por delante y actuar en consecuencia. De nada sirve esconder la
cabeza en la tierra para pretender no ver lo que realmente está pasando, la
fuerza y posibilidades de desarrollo de la cadena de bloques y de las
criptomonedas en Venezuela, pasa inexorablemente por reconocer el contexto y
elaborar las estrategias para poder romper las dificultades.
Nota
Transitoria.
En Venezuela es mucho
el camino por recorrer antes de que hablemos de adopción y de masificación de
las criptomonedas. Existe ciertamente un interés, que a pesar de haber nacido
principalmente de la especulación, en los últimos dos años ha ido ganando poco
a poco terreno en los sectores más avanzados de la sociedad nacional.
El 2018 fue un año
donde empezaron a verse iniciativas interesante sobre el tema y otras que
continuaban su labor, por ejemplo desde la Universidad de Carabobo se impulsa
con mucho sacrificio y voluntad, la única cátedra de CriptoEducacion que existe
en el país, los cursos, talleres y actividades de solidaridad y formación
fomentados por proyectos como Bitcoin Cash, Horizen, IOTA, EOS y otros en menor
medida, además del trabajo de la gente de Dash que hace rato se esfuerza por
consolidarse nacionalmente y también la continua apuesta que realizan
plataformas como Cryptobuyer, Cryptoway y AirTM, representan hitos
significativos pero no suficientes.
Quienes han seguido mis
artículos conocen mi pensamiento sobre la íntima relación que tienen para mí
esta disrupción con la economía y la política, no creo que haya posibilidades
ciertas de crecer y masificarse sino existe una profunda interrelación entre
todos estos aspectos. Fíjense que en lo que va de año, fruto en parte de las
medidas y leyes aprobadas por el gobierno, el bajón de las criptomonedas y de
la inocultable inestabilidad política que vivimos, el sector entro en una pausa
y paralización de lo que se venía haciendo, lo único que no ha cesado,
evidentemente por razones obvias, es el continuo intercambio de bolívares por
bitcoin, ahora incluso con más razón para realizarlo.
En toda esta evolución
que presenciamos y protagonizamos a nivel global, tengo la costumbre de no dar
nada ni por definitivo, ni por sentado. Convencido estoy de que estamos en
continuo experimento y pruebas de lo que se está construyendo, y que lo haremos
en conjunto, aunque no obligatoriamente al mismo ritmo. Ahora, lo que si me
atrevo a ratificarle a cualquiera, es que el desarrollo y crecimiento armónico
del ecosistema en Venezuela, no será posible mientras quienes detentan hoy el
poder efectivo lo sigan teniendo, no hay posibilidad alguna de avanzar hacia
algo bueno con este gobierno.