Magalys Rosa López y Rosalinda López son las encargadas de la educación de 10 niños que pueden pasar el día detrás de una pelota o viendo el día pasar con el estómago vacío bajo el sol de la Alta Guajira. La madre e hija que viven en Caño Sawa, aseguraron que “todos (los niños) han ido abandonando sus tareas de a poco en los últimos meses a causa del hambre y la miseria que se intensifica en sus casas a orillas del mar Caribe, a escasos metros de la frontera con Colombia”, según reseñó El Pitazo.
Los padres, en su mayoría, abandonaron sus trabajos de pesca debido a que ya no es rentable frente a la cantidad de alimentos que se consiguen en el mercado negro por la poca comida con precios regulados que llega a la zona. Asimismo, dicen no tener tiempo ni recursos para llevar a sus hijos al colegio.
La subregión fronteriza, a 10 minutos del hito fronterizo “número 1”, en Castillete, donde termina Colombia y comienza Venezuela, se está quedando sin Mercales y Pdvales porque estos han cerrado sus puertas poco a poco.
Además de la escasez, la falta del servicio eléctrico es otro problema que rebaja la calidad de vida de quienes habitan en la Alta Guajira. Sinira González, afirmó al mismo medio que llegó a durar dos meses continuos sin electricidad y que Corpoelec cobra hasta 3 mil bolívares para restaurar el sistema aunque a las pocas horas la energía eléctrica vuelva a fallar.
“Aquí lo que hay es hambre”, aseguró Magaly Rosa López a mismo tiempo que expresaba su decepción por no ver a ninguna autoridad haciendo algo para mejorar la situación de la población. Otro pobladores de Caño Sawa aseveraron a El Pitazo que carecen de infraestructura, no tienen escuelas, ni ambulatorios, ni cloacas, pero reclaman que antes, por lo menos, tenían para comer.
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Publicado en El Pitazo: http://www.elpitazo.com/regiones/fotos-cano-sawa-en-la-alta-guajira-desnutricion-y-desercion-escolar/
