Dayrí Blanco
El comercio en Valencia está agonizando. Este año han cerrado alrededor de 150 establecimientos por mes. Una realidad sin precedentes para un sector acostumbrado a crecer. Las erráticas políticas económicas dirigidas al control de precios y de ganancias amenazan con acabar con esta actividad productiva. El 2015 se vislumbra con números menos alentadores. Más del 50% de los negocios en la ciudad podría estar cerrado durante el primer trimestre.
Así lo advirtió Gustavo Sosa Izaguirre, presidente de la Cámara de Comercio. Con la preocupación matizando cada una de sus palabras, en un discurso lento, distinto al tono marcado y enfático que lo caracteriza, dio estas cifras, en compañía del vicepresidente del ente, Guillermo Manosalva; el segundo vicepresidente, José Puchi; y el secretario de la junta directiva, Luís Gerardo Henriquez.
Se trata de mil 500 locales que al bajar sus santamarías han creado una alarmante realidad de seis mil personas desempleadas que han pasado a la informalidad, un sector que sí ha crecido en 2014. En Valencia hay 40% más personas que se dedican a este tipo de economía, sin beneficios laborales.
Publicado el 14 de Octubre en www.el-carabobeno.com
