#Venezuela : "Del pacto de Punto Fijo al pacto de la Habana"
lunes, 13 de octubre de 2014
Cuando llegó al poder en 1999, un recién electo Hugo Chávez Frías prometió catapultar a Venezuela al Siglo XXI, rescatándola de las desprestigiadas manos del “agonizante” régimen democrático a través de una revolución que convertiría al país en una potencia económica.
Quince años después, el ofrecimiento luce solo como un residente más del vasto cementerio de promesas incumplidas en que el chavismo ha convertido a Venezuela, con la Revolución Bolivariana teniendo muy poco que mostrar en términos de logros pese a haber recibido tres veces los ingresos que en 40 años obtuvieron los gobernantes del régimen democrático que sustituyó.
El monumental fracaso administrativo del chavismo está documentado en el libro “Del Pacto de Punto Fijo al Pacto de La Habana”, obra que ilustra el desperdicio de lo que ha sido el mayor auge petrolero en la historia del país, y cómo los gobernantes de la otrora Cuarta República construyeron mucho más con mucho menos.
El chavismo obtuvo $1.29 billones en ingresos y la mayor parte de eso fue derrochado, señala la obra, editada por el ex ministro y ex gobernador José Curiel, y en la que participaron más de dos docenas expertos y académicos.
“Con esta inmensa cantidad de recursos, equivalente a cerca de 100 veces el costo del Plan Marshal, implementado para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, este gobierno ha podido convertir a Venezuela en un paraíso y no en el país en ruinas que tenemos ahora”, resalta el prólogo de la obra.
La obra, basada principalmente en cifras oficiales de organismos internacionales y del propio gobierno venezolano, muestra un trágico historial de desaciertos que han llevando al país no solo ha desperdiciar el mayor auge económico de su historia sino a emerger del periodo en condiciones mucho peores de lo que se encontraba cuando ingresó, con un endeudamiento nacional siete veces mayor, un aparato productivo en ruinas y una preocupante dependencia de las importaciones.
El libro también intenta reivindicar la gestión administrativa de la otrora Cuarta República que obteniendo solo $427,390 millones construyó muchas más carreteras, hospitales e instalaciones de generación eléctrica que el régimen que le sustituyó.
Según los datos recopilados, los 402 kilómetros de autopistas construidas bajo el chavismo solo representan una quinta parte de los 2,059 kilómetros pavimentados en el periodo 1959-1999.
Otro de los puntos que emergen claramente del estudio es que la grave crisis penitenciaria del país tiene su origen en la falta de atención gubernamental con el chavismo incrementando en sólo 1,764 puestos la capacidad de las instalaciones frente a los 16,094 de los gobiernos anteriores.
Las comparaciones también son desfavorables para el chavismo en lo que concierne a las construcciones de viviendas, con los promedios anuales yendo desde 4.07 por cada 100,000 habitantes durante la Cuarta Republica a los 1.88 de la Quinta República. En los 15 años de control chavista, el déficit habitacional pasó desde las 1.5 millones de unidades de 1998 a 2.75 millones del 2011.
El chavismo también ha hecho muy poco para ampliar las instalaciones médicas del país, incrementando las camas arquitectónicas disponibles en sólo 1,774, frente a los 24,003 de los gobiernos anteriores.
Los fracasos del régimen chavista también son evidentes en materia de educación, con la matriculación de educación primaria pasando desde los 657,448 de 1998 a los 590,235 del 2012, pese a un incremento poblacional de cerca de siete millones de personas durante los últimos 15 años.
La industria petrolera también se ha venido a menos por falta de inversión gubernamental, factor que aunado al incremento poblacional ha llevado el promedio de producción diario por habitante desde los 0.37 barriles de 1998 a los 0.08 del 2012.
Pese a ello, la Quinta República registró una bonanza petrolera sin precedentes, gracias al pronunciado incremento de los precios del petróleo.
Según la obra, la Quinta República disfrutó un precio promedio de $51.80 por barril, frente a los $13.08 de los gobiernos anteriores.
Pese a la inmensa fortuna obtenida, el chavismo contrajo niveles sin precedentes de deuda, elevando las obligaciones externas de la nación a $215,000 millones para el 2012, desde los $32,809 millones de 1998.
A ese total correspondería sumarle las obligaciones totales contraídas directamente por PDVSA, las cuales pasaron de $5,000 millones en 1998 a $78,506 millones en el 2012.
El libro también ilustra con cifras la contracción del aparato productivo del país, resultado de la implementación de políticas hostiles para el sector privado.
En la producción de alimentos, el chavismo produjo una considerable contracción en la producción de carne de res, pasando desde un promedio anual de 19.52 kilos por cada habitante durante las cuatro décadas de la Cuarta República al promedio anual de 14.45 kilos bajo los años del chavismo.
De la misma manera, la producción pesquera anual pasó de 20 kilos a 13 kilos, la producción de bananos de 73.66 kilos a 23.53 kilos, y la de papa de 17.01 kilos a 10.79 kilos.
Los promedios presentados para el periodo chavista, sin embargo, no toman en cuenta la actual crisis económica que aflige al país y que virtualmente han paralizado la actividad del sector privado.
La producción manufacturera e industrial también se ha venido a menos, en lo que refleja la consolidación de la economía de puertos en el país.
El número de trabajadores del sector manufacturero bajó desde un promedio de 21 por cada 1,000 habitantes del periodo 1994-1998 a 13 para el periodo 1999 al 2007. Los de la “Gran Industria” pasaron de12 a ocho, los de “Mediana Industria” de 5 a 3 y los de la “Pequeña Industria” de 4 a 2.
La disminución de la producción industrial acentuó la dependencia nacional en la importación de productos, que pasaron desde niveles de $15,334 millones de 1999 a los $57,805 millones de 2012.
Para los autores del libro, la destrucción de la capacidad de producción del país es el resultado lógico de los esfuerzos del gobierno bolivariano por implementar en el país las fracasadas tesis marxistas del siglo pasado.
“Estamos en el más deplorable contexto socioeconómico mundial como consecuencia de las reiteradas violaciones de todas las reglas económicas”, resalta el libro.
“Luego de 14 años intentando implementar el modelo del ‘Socialismo del Siglo XXI’, el sistema, como ha sucedido en diversas oportunidades en varias partes del mundo, ha resultado inviable y se hunde”, sentenció.
Publicado el 12 de Octubre en www.elnuevoherald.com