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#Venezuela entra en una espiral de caos y miseria.

lunes, 19 de diciembre de 2016


«Me siento miserable usando el dinero que ahorramos para mi hijo, pero el primer día que se anunció que los billetes de 100 no tendrían validez los gasté en cosas para la casa. Pensaba que después podría sacar del cajero, pero todo colapsó y, literalmente, no tenía cómo pagar el pasaje, que de paso aumentó a 100 bolívares. Éstas han sido las peores navidades, las más grises y tristes que ha tenido el país», asegura a LA RAZÓN Rogelio Méndez. Este padre de familia rompió la alcancía (hucha) de su hijo, donde tenía monedas y billetes de baja denominación (Bs 1, 2, 5 y 10), para pagar el pasaje de ida y vuelta a su trabajo. «Nos hemos quedado sin dinero para comprar mercancía para nuestra tienda, que es el único ingreso que tenemos en la familia», lamenta Socorro Vielma que posee un local de venta de empanadas.

A menos de una semana de la Nochebuena, Venezuela se encuentra convulsa y con poco ánimo navideño ante la decisión del presidente Nicolás Maduro de sacar de circulación el billete de 100 bolívares (Bs), el de más alta denominación hasta el momento. Estaba previsto que para el 15 de diciembre se actualizase el cono monetario venezolano con papel moneda de más valor (500, en principio), ante los índices de inflación, pero nadie ha visto los billetes nuevos y la falta de efectivo prendió focos de disturbios en algunas zonas del país.

La medida de sacar de circulación «lo más rápido posible» el billete de 100 Bs tuvo que ser rectificada en horas por el propio Maduro, quien admitió que ha habido problemas para que los nuevos billetes lleguen desde donde se imprimieron. Y así como ordenó recoger los billetes, tuvo que posponer la decisión. Ahora éstos, que ya no están en manos de los comercios, ni de los ciudadanos, sino del Banco Central de Venezuela –porque fueron recogidos en su mayoría entre martes y jueves–, tendrán validez hasta el 2 de enero. Como parte de las medidas especiales económicas, la frontera de Venezuela con Colombia y Brasil permanecerá cerrada también hasta esa fecha.

«Tengo que denunciar que estamos siendo víctimas de un sabotaje internacional para que los nuevos billetes, que ya están listos, no puedan ser trasladados a Venezuela», sentenció Maduro como excusa a que los nuevos billetes no están todavía en circulación. Acusó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos de orquestar el supuesto plan y dijo que un primer lote de billetes ingresaría ayer, pasadas las 4 de la tarde (hora local). El estado Bolívar, al sur de Venezuela, ha sido el más afectado. Dos personas, entre ellos un adolescente de 15 años, murieron por los disturbios y saqueos, y otra decena resultaron heridas. Más de 100 comercios fueron desmantelados y los cuerpos de seguridad tuvieron que tomar el control de la situación y ahora la entidad está en toque de queda, al menos hasta este lunes 19 de diciembre.

En el estado Apure, tres bancos fueron saqueados el viernes: el Venezuela, el Bicentenario y el Sofitasa. Y aunque las investigaciones están en curso, las autoridades se precipitaron a señalar a personalidades de la oposición como promotoras de los disturbios. Un diputado de la Mesa de la Unidad Democrática, Luis Lippa, fue detenido durante unas horas por el Servicio Bolivariano de Inteligencia, pese a tener inmunidad parlamentaria, como parte de las pesquisas por el ataque a los bancos. Los disturbios se replicaron, en menor escala, en otras ciudades, como Maracaibo.

En Caracas, capital del país, la situación es un poco más normal. Los puntos de venta para pagar con tarjetas de débito y crédito colapsaron ante la cantidad de transacciones de tipo electrónico. Pese a que están cerca las festividades navideñas, algunos servicios, como el de pago de gasolina, frutas al por menor, compra de periódicos e incluso pasaje en el transporte público, sufrieron una disminución ante la falta de dinero circulante.

Para Joao Dos Santos, la tragedia de la falta de efectivo es otra. Pasó 16 horas en cola para hacer el depósito del dinero en billetes de 100 Bs que le había generado su panadería en el centro de Caracas y ahora que la moneda vuelve a tener validez hasta pasado el Año Nuevo, no tiene suficiente efectivo para pagarles a los proveedores y algunos servicios puntuales. «Nos quieren volver locos. Todo esto es un desastre. ¿Cómo ordenaron sacar un billete y no tenían el sustituto? Vienen tiempos en que los servicios se pagan en efectivo, de las compras por las festividades. Es un completo desastre», afirmó el comerciante.

Mientras tanto, la Mesa de la Unidad Democrática se sumó a pedir la renuncia de Maduro por las políticas ineficientes que ha implementado. Esta crisis se suma a la de escasez de alimentos y medicinas, así como la de seguridad y la política que ha vivido el país en todo el 2016. «En este momento, Maduro, además de robarle el dinero al pueblo, le está robando la Navidad y el futuro a los venezolanos», denunció Julio Borges.


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