Normalidad sabatina: "Bachaqueo a cielo abierto"
sábado, 19 de marzo de 2016
En la populosa localidad de Petare ubicada en el municipio Sucre del estado Miranda, justamente debajo del puente de Palo Verde, siguiendo la calle Federación donde está la plaza el Cristo, es notoria la exposición de productos de primera necesidad para la venta por parte de comerciantes informales, lo que hace algún tiempo se conocía como buhoneros y hoy en día los llaman “bachaqueros”.
Esta actividad considerada ilícita, se desarrolla a la vista de autoridades y de cuatro cuerpos de seguridad del estado que hacen vida en esa localidad. Los rubros que son difíciles conseguir de manera cotidiana en los automercados y abastos de la ciudad, se pueden adquirir pero a un precio especulativo en esa zona de la Gran Caracas.
Para los funcionarios de la Policía del estado Miranda Noel Mota y Deiber Rodríguez en el denominado bachaqueo existen dos clases de operadores: “Hay individuos que se dedican a la captación, otros a la compra y reventa de los productos. Están organizados por sectores, tienen un líder como especie de mesías que simula ayudarlos de manera lucrativa o moral. Son personas inescrupulosas que se aprovechan de la necesidad del ciudadano”.
Los efectivos que analizan el fenómeno de este comercio ilegal, explican que hay organizadores que se encargan de captar personas, por lo general de bajos recursos y señalan que “la escasez de productos, la necesidad del consumidor, y el tiempo libre y de ocio que tienen algunos para dedicarse a esta actividad son las principales causas del denominado bachaqueo”.
“Ellos se comunican coloquialmente vía telefónica han establecido una red de información, la mayoría de las veces el captador o la persona organizadora no está en el lugar”.
La compra en un primer paso se hace de forma legal, por número de cédula y sin ningún tipo de ilicitud aparente. Luego, lo adquirido por varias personas es juntado para ser revendido al denominado “captador”, quien posteriormente puede hasta llevar esa mercancía al interior del país dónde puede haber un lucro de mayor cuantía.
“Ellos se organizan por sectores, a través de su guía el cual tiene contactos y recursos para movilizarse, para captar gente, llegan a un establecimiento, hacen una lista y las primeras 15 a 30 personas pertenecen al captador, la mayoría de las veces el establecimiento no está en cuenta”.
Mota y Rodríguez hacen referencia a que les avisan sobre la irregularidad, pero al momento de llegar al comercio los ciudadanos no denuncian por temor a represalias, sobre todo porque las primeras personas que hacen cola, se conocen. “Como son personas que concurren ahí, temen a denunciar porque si denuncian no pueden ir a ese lugar”.
En el municipio Sucre no es común la pernocta, pero si el recorrido bien temprano en la mañana e incluso de madrugada. La astucia con que actúan les permite llegar a obtener detalles de la distribución y a veces tienen en cuenta que productos van a ser despachados en los comercios. No se descarta la complicidad interna.
“¿cómo se enteran ellos de qué producto o rubro en específico llega a un establecimiento ?, no se han abierto las puertas el establecimiento y ya tenemos una cola en un día específico, es válido pensar eso”.
“Presuntamente se puede decir que manejan una información puesto que muchas veces ellos ya saben qué tipo de productos va a llegar a un establecimiento, saben la hora del desembarco de la mercancía, manejan una lista de precios, el real que pone el gobierno central y el precio que colocan ellos”.
Para los uniformados los amigos de lo ilícito se distinguen porque al momento de hacer la cola para comprar, van en grupos, en algunos casos utilizan niños, se visten de forma sencilla, son personas de bajo recursos, utilizan un lenguaje o léxico no acorde, y hasta se etiquetan con la forma de vestir. “Muchas veces son mujeres embarazadas, señoras septuagenarias, jóvenes también que van con niños en brazo y no hay argumentos legales para proceder contra ellos”.
Haciendo referencia al monto en bolívares de lo que puede costar dentro del bachaqueo algún producto, nos cuentan que medio kilogramo de café puede estar entre Bs. 1.500,00 a 2.000,00. Un lavaplatos puede costar entre Bs. 400 y 600, un paquete de azúcar de un Kg. Puede venderse entre Bs. 500 y 600.
Para el abogado y profesor de derecho penal Pedro Natera Piñuerua el término “Bachaqueo” no está contemplado en el ordenamiento jurídico, sin embargo la actividad ilícita que se realiza enmarcada en este término coloquial, sí. Asegura que dentro de la Ley de Precios Justos está contemplado el tipo de delito y sus sanciones.
“Esa conducta que están desplegando estas personas sencillamente están tipificadas como delito en su artículo 55 (ley de Precios Justos), jurídicamente se denomina reventa de primera necesidad y tiene una pena corporal de tres a cinco años, así como una pena pecuniaria de 200 a 10 mil unidades tributarias, así como el comiso de la mercancía.”
Natera también explicó que la norma contempla la forma de sancionar al sujeto que incurra en el hecho punible. “La ley orgánica de precio justo en su artículo 10 , numeral décimo, establece que el fiscal del Sundee cuando tenga conocimiento de algún ilícito penal previsto en esta ley, deberá notificar al fiscal del ministerio público para que este realice las averiguaciones necesarias, utilizando cualquier organismo de seguridad del estado”.
Por último indicó que fueron creados juzgados con competencia económica en materia penal, encargados de aplicar los correctivos necesarios cuando haya la comisión de estos ilícitos.
Publicado en La Patilla: http://www.lapatilla.com/site/2016/03/19/especial-bachaqueo-a-cielo-abierto/
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