Fin de semana Económico: Amalgama para unidad de ciudadanos.
viernes, 12 de septiembre de 2014
La semana pasada asistí a un evento de Ciudadanos por la Unidad, acto inserto en la idea de impulsar convivencia y calidad de vida de la totalidad de los venezolanos a partir de una unidad sin distinción alguna: oposición, quienes creyeron en la orientación de Chávez y ni–ni. Cada orador abordó a los problemas del país desde su perspectiva cotidiana: sindicatos, comunidades, barrio, universidades, etc.; se destacó la importancia de las elecciones, de romper mitos sobre ellas, y de tener representantes idóneos para evitar que los capitalistas de estado, calificativo que aplico a los jefes del supuesto Socialismo del siglo XXI, apoyados en el militarismo, domine los órganos deliberantes y enfilen sus baterías armadas contra las mayorías. Excelente evento.
Con preocupación observé un vacío: carencia de propuestas integrales y coherentes que consideren los “poderes creadores del pueblo” para transformar un país que cada día empeora más. Lamentable que la oposición solo posea los lineamientos de la MUD para la presidencia y los municipios, pero más lamentable que, luego de tres gobiernos de Chávez y este de Maduro, el chavismo solo posea los tips de Chávez; unas comunas subsidiadas como vitrinas para visitantes de la izquierda internacional; misiones mermadas como esperanzas de los pobres ante el desempleo, la inflación y otras carencias; nóminas secretas para pedigüeños que en motos, y plazas, con comidas, bebidas y costosos equipos de sonido; desagües en dólares para los más selectos, y paremos de contar, todo esto en coherencia con un capitalismo de estado no con un socialismo democrático.
El vacío en ambos sectores es obvio, se quedan en la estratósfera, en la superestructura como dirían los marxistas: carecen de pistas de aterrizaje. Chávez pudo establecerlas con las cooperativas como punta de lanza de su proceso pero las perdió por desconocimiento propio y de sus funcionarios; las usaron como una misión más para bypasear trabas burocráticas e inyectar dinero fácil para ganar adeptos, manipulándolo políticamente; resultado: Chávez constituyó un cementerio de más de 300.000 cooperativas con 4, 5 millones de frustrados, y al final las acusó de capitalistas cuando capitalistas, falsas y de maletín, fueron las impulsadas por él.
Continuemos, los problemas igualan la gente. Sin agua y sin electricidad, chavistas o no, ricos o no, se bañan con perolas y prenden velas, por ello afirmamos que Ciudadanos por la Unidad solo encontrará la verdadera amalgama de unidad al impulsar desde la base la organización de todos los ciudadanos sobre problemas concretos, problemas que los igualen y proporcionen sentido de pertenencia. Ello es posible si impulsamos, me sumo, las Organizaciones de Economía Social – OESs, estas se construyen sobre la cadena de valores del emprendimiento colectivo: autoayuda – ayuda mutua – asociacionismo – aportes económicos y humanos propios, no del gobierno – adopción de asociaciones, mutuales y cooperativas como personas jurídicas – autonomía – solidaridad, con esos valores ellas, conducidas democráticamente por sus creadores, apuntan a solucionar problemas con criterio de desarrollo sustentable, sin dependencia gubernamental.
Quien firma está convencido que con OESs se pueden enfrentar todos los problemas; existen de producción agrícolas, industriales, artesanales, pesca, y distribución de alimentos; consumo; transporte aéreo, terrestre y marítimo; guarderías, pre-escolares, educación primaria, secundaria y hasta universidades; ancianatos; de médicos, enfermeras, clínicas y hasta hospitales, servicios médicos y de previsión social como mutuales y farmacias; vivienda y compra de insumos para vivienda; electricidad, agua, tratamiento de residuos y reciclaje; ahorro y crédito, cajas de ahorro, fondo de emergencias, y hasta bancos; todas construidas a la medida de las necesidades.
Pero también existen las Cooperativas de Trabajo Asociado – CTAs, las más hermosas, las que presagian un país con democracia económica, un socialismo no totalitario ni militarizado al estilo soviético o cubano, sino autogestionario en pequeño pero con capacidad de trascendencia. Ellas son constituidas por desempleados y trabajadores que desean mejorar sus condiciones laborales y de vida rompiendo dos dicotomías propias de las empresas capitalistas de estado o privadas:
1.- Dueños y no dueños de medios de producción pues son copropietarios y trabajadores al mismo tiempo;
2.- Dirigentes y dirigidos ya que quienes deciden también ejecutan.
En ellas, albañiles, carpinteros, mecánicos, vigilantes, choferes, periodistas, médicos, cineastas, contadores, abogados, administradores, profesores, ingenieros, y otros, pueden asociar su trabajo.
No hablamos en el aire, existen experiencias mundiales y venezolanas exitosas. Desde antes de 1999 tenemos en nuestro país, sin apoyo gubernamental, referencias como las Ferias de Lara con su lema “Construyendo aquí y ahora el mundo que queremos”; otras como las de ahorro y crédito de Paraguaná con el 34 % de la población afiliada al sistema; el sistema de distribución de gas de la Central Cooperativa de Falcón; las experiencias de consumos de Corandes y Consumo Paraguaná; las de salud de la Cooperativa Bermúdez en Carúpano, de Cecobar en Barinas, y la bella clínica de los cómpas larenses; el servicio funerario de la Central Cooperativa Nacional de Venezuela, el mayor del país; y varias de vivienda, transporte, etc.
Finalmente, las OESs han mostrado capacidad para convivir con empresas capitalistas conscientes de la responsabilidad social y del estado cuando no son fofas, militarizadas y dueñas de areperas. La unidad debe construirse entonces con pistas seguras de aterrizaje. Si Ciudadanos por la Unidad impulsara OESs como amalgama unitaria, concedería esas pistas a sus propuestas, ampliaría su radio de acción, y el efecto dominó de ese proceso facilitaría la no dependencia de gobiernos y la superación del problema mayor: Maduro y sus incapaces. Maduro no es Chávez, además, carece del código militar del presidente fallecido.
Óscar Bastidas Delgado | Licenciado en Administración, DEA en Ciencias Sociales del Desarrollo de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. Ha sido profesor de la Universidad Central de Venezuela y miembro del Consejo Consultivo de ACI-Américas. Consultor en Gerencia, Responsabilidad Social y Balance Social. Autor del libro “Economía Social y Cooperativismo: Una visión organizacional”, con prólogo de Bernardo Kliksberg.
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Publicado el 12 de Septiembre en www.soberania.org
Etiquetas:
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