Vivimos una seria crisis económica, política y social, de eso no cabe ninguna duda. Más allá de cualquiera que sea nuestra postura frente a tal situación, los últimos meses han sido prolijos de análisis desde diferentes puntos de vista, sin embargo, a la hora de buscar respuestas individuales y precisas para el venezolano que lucha y sobrevive, estas son muy escasas, de eso intentaremos darles algunas luces de como ciertamente podríamos enfrentar lo que tenemos por delante.
Lo primero es que se demuestra de la más cruda y brutal manera que aquellos que insisten sobre su actitud de no creer en la política porque si no trabajan no comen, están equivocados. La crisis proviene de malas políticas, tomadas por peores políticos que llevan a colapsar hasta los procesos más sencillos con los que se puede trabajar; podemos ser los más preparados y quizás nos afecte menos, los mejores obreros y aun así la empresa cierre, incluso los más capaces y sin embargo no tener ingresos suficientes para vivir dignamente, nada esta desligado en la actualidad, todo está profunda y estrechamente combinado hoy en día. Las decisiones políticas afectan directamente a la economía y con ello al mercado laboral, sea cual sea la actividad, profesión o arte al que te dediques para sostenerte. Vivimos en un mundo interconectado, aquí no funciona que vivas en el bosque, comas de la caza y pesca, te abrigues de las pieles de tu cacería y construyas tu morada con bambú, piedras o losas; aquí estamos en la realidad.
Lo segundo es que lamentablemente existe un gran sector de la población que sufrirá de manera mucho más intensiva las consecuencias del desastre, no tienen mecanismos para intentar protegerse, es el sector más vulnerable que sentirá las peores consecuencias de lo que vivimos, en este grupo están quienes ganan el salario mínimo o cercano a él, no importa si todos los miembros de una familia tengan un ingreso de ese nivel y vivan bajo el mismo techo, los que lo tienen, sus necesidades simplemente, serán cubiertas hasta los más básico que nos podemos imaginar, sobrevivirán a duras penas, recordemos que ya los hogares pobres en Venezuela alcanzaron el 73% el año pasado, lo más grave es que el 64% son pobres recientes y el 30% se encuentra en situación de pobreza extrema, así que las expectativas para este mayoritario grupo de venezolanos no es para nada halagador.
Ahora el tema de cómo surfear esta crisis va a estar atado a su duración en el tiempo, somos un estado fundamentalmente importador, que dependemos casi enteramente del petróleo para generar ingresos en divisas y todas las expectativas nos dicen que el bajo precio vino para quedarse, y en el mejor de los casos ajustarse hasta niveles por debajo de los 100 dólares por barril, así que por este lado la cosa pinta más o menos fea; nuestro problema es estructural y cambiar este modelo por uno que modifique nuestra dependencia petrolera del crecimiento y generación de riqueza no va a suceder de la noche a la mañana, no hay decreto mágico para esto, se podrán tomar medidas paliativas pero mientras persista el actual modelo, seguiremos navegando en aguas tormentosas; debemos entonces prepararnos para un periodo muy duro que requiere de un completo cambio de actitud de nuestra parte, para sortear la crisis.
Ya vimos cómo buena parte de nosotros simplemente sobrevivirá, otros deberán requerir de ayuda gubernamental para no seguir cayendo en más pobreza y el resto ciertamente podría tener algunos mecanismos que los ayuden a salir de esto con muchos rasguños, pero con posibilidad de recuperar en un mediano tiempo su nivel de vida. Hechas las observaciones pertinentes, en la próxima entrega hablaremos de ese 25% no pobre y qué puede hacer para surfear la crisis.
Pbublicado en Blogueros de Venezuela: http://bloguerosdevenezuela.com.ve/los-venezolanos-podemos-surfear-la-crisis/
