Petróleos de Venezuela ha vendido muchos activos sin una razonable consulta nacional.
Los despachos de Petróleo y Minería y Petróleos de Venezuela señalaron recientemente que el objetivo principal de la industria de los hidrocarburos no es la refinación. Una respuesta que parece destinada a justificar la venta de Citgo. Nos recuerda la típica frase que utilizan políticos y funcionarios a una interrogante cualquiera lanzada por un reportero: “muy buena su pregunta, periodista”, aparentando demostrar interés en el tema; o esta otra: “es un asunto muy complejo”, para luego evadir el asunto.
El Gobierno apela a su estereotipo: “es un asunto de soberanía, o se trata de un problema estratégico”, ya que no se explica porqué Pdvsa repite que va a construir cuatro refinerías en China (que las terminará el gobierno de Beijing), por la lentitud demostrada en las obras gubernamentales.
Además, a la respuesta de que no es importante la refinación, habría que conocer si venderá o cerrará las refinerías que operan actualmente como socios en Cubapetrol, 65.000 barriles diarios; PetroJam, 35.000 barriles diarios; Refidomsa, 55.000 barriles diarios. Estas dos últimas ubicadas en Jamaica y República Dominicana. Todas reciben los crudos con descuentos y venden la gasolina a precios de mercado.
También Pdvsa está participando como socio de Ecuador y China para construir la Refinería del Pacífico, con capacidad de refinación de 130.000 barriles diarios. Ha prometido a Nicaragua la planta el Supremo Sueño de Bolívar, otra en Siria (bajo los bombardeos de los yihadistas) de 150.000 b/d; y otra muy divulgada en Vietnam de 100.000 b/d, descontando el fracaso de la sociedad con Petrobras para la planta en Recife, Pernambuco. Hay otra más en Cuba, los Hermanos Díaz, en la ciudad de Matanzas, que está en maqueta.
Ya han divulgado los informes de bancos internacionales y firmas de análisis de riesgo que el Gobierno venezolano necesita de inmediato grandes montos de dinero para hacerle frente al pago del servicio de la deuda que se vence este año y los primeros meses del año que viene. Pero antes de que esta situación económica llegara a su clímax, Pdvsa se ha ido desprendiendo de muchos activos, que no eran grandes negocios pero algunos eran útiles, y especialmente cuando se trata de un país petrolero con 100 años de actividad y con cifras de reservas impresionantes, mal administradas por la gestión actual.
Ya Petróleos de Venezuela ha vendido muchos activos sin una razonable consulta nacional. Los primeros disparos mortales fueron contra el inicio de la internacionalización, cuando vendieron el sistema de refinación (6 refinerías) en Alemania que teníamos en sociedad con la Veba Oel-Ruhr Oel y la distribución y mercadeo de las mismas a la empresa rusa Rosneff. Aseguran que la vendieron en 1.500 millones de dólares y esas plantas registraban beneficios anuales de más de 800 millones de dólares.
La primera mordida contra Citgo fue la discutible la venta de las dos refinerías de asfalto en 2007, una ubicada en Paulsboro, New Jersey y otra en Savannah, Georgia, y se incluyó un contrato de suministro al nuevo propietario. Los beneficios eran muy discretos y las grandes corporaciones hacen estas operaciones con frecuencia para comprar otras.
Cortaron una relación de 20 años de Citgo con Seven-Eleven, una organización mayorista de venta de gasolinas y diésel que disponía de 7.500 estaciones de servicio y tiendas de conveniencia, que tenía la exclusividad de las autopistas del Turnpike Florida-Orlando, de una extensión de 500 kilómetros. Por reiterados incumplimientos en el suministro de crudo, en el 2006, Citgo fue forzada a vender su participación de 42% de la refinería Citgo Lyondell, Texas.
Las tres refinerías que actualmente representan el sistema Citgo son las plantas de Lake Charles, Corpus Christi y Lemont, las cuales comercializan diariamente 65 millones de litros y la convierten en la séptima cadena de ventas de hidrocarburos en Estados Unidos.
Según cifras de Pdvsa desde 1998 hasta el pasado año 2013 Citgo ha reportado en su gestión dividendos de 9.300 millones de dólares. Hay un ingrediente de suma importancia para los gerentes de mercadeo, que es la pérdida para Venezuela de la colocación de crudos pesados en la costa del Golfo, que ha sido calificado como uno de los éxitos comerciales de la vieja Pdvsa. Doblemente, porque el 75% de los crudos venezolanos son pesados y extrapesados, y existía en el pasado un programa para promover su colocación.
Pdvsa comenzó comprando viejas refinerías, las cuales se adaptaban para procesar nuestros crudos. Además, esa red de refinerías no se adquirió para registrar grandes beneficios. Era para enfrentarse a los ciclos de abundancia de crudos en el mercado. Teniendo sitios donde ubicarlos, se pueden convertir en productos sin necesidad de venderlos a precios mezquinos.
Publicado el 25 de Agosto en www.soberania.org
