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#Venezuela : Pollitos no, ¡Dolares en Fuga!

lunes, 18 de agosto de 2014




El 2012 fue "el año de la estafa en importaciones". Desde las filas del chavismo ven con preocupación el tema del dinero perdido en los últimos años. Especialistas coinciden en que en Venezuela el negocio de compras al exterior es más lucrativo que la producción.

Para muchos especialistas, la gran cantidad de dólares desaparecidos del país son un claro indicio de las fallas de un sistema "que alimenta, tanto para el importador privado, como en el público, una gigantesca corrupción", como lo señala Ricardo Villasmil, doctorado en Economía de la Universidad de Texas A&M, y profesor del IESA y de la UCAB.


De hecho, dentro de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela ya se manifiesta la preocupación por dicho tema. El economista marxista, Manuel Sutherland, es uno de los que ha hablado sobre los "dólares fugados", llegando al punto de denominar al 2012 como "el año de la estafa de importaciones".


Durante una serie de foros realizados por el partido oficial, para analizar la situación del país, el especialista presentó unos gráficos en donde ilustra una relación entre las importaciones (representadas por kilogramos) y los miles de millones de dólares que han costado, y como en los últimos nueve años el dinero para dichas transacciones ha aumentado considerablemente, mientras que la cantidad de productos se mantiene prácticamente igual.


Para el economista, la dificultad en el país no radica en la falta de dinero "sino en la utilización que se le da" a estos, y asegura que "en Venezuela hay divisas, el problema es que lo han gastado en otras cosas que no son las mercancías".


Asimismo, el también coordinador de investigaciones del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), declara que el negocio de las importaciones es tan lucrativo, que a pesar de que en la nación "se puede producir toda la carne que se necesita y que se consume", los importadores están "pidiendo dólares" a lo que anteriormente era Cadivi, para comprarla pero no la traen.


De esa forma, Sutherland ejemplifica "dicen que van a traer cien mil kilos del producto, pero no traen sino cinco mil; y lo poco que traen se lo venden a los restaurantes y no lo llevan a los supermercados". El especialista explica que "si se gastaron US$ un millón 800 mil en carne, era para que hubiera 20 tipo de carnes diferentes en los anaqueles, pero ésta brillaba por su ausencia".


Igualmente, el expositor enseña un gráfico donde muestra el aumento en las importaciones de parte del sector estatal "en el año 2003, se importaron, desde el Estado, US$ 3.500 millones, pero para el 2012, la importación llegó a US$ 34 mil millones, es decir, aumentó en un 900%". Para el especialista, "las importaciones estatales están siendo víctima de fraude".


NO HAY GUERRA

Durante el 2012, "el año de la estafa de importaciones", como lo califica el economista, se rompió una relación general que se usaba en el país en donde un kilo de importación costaba un dólar. En ese lapso, según expone el vocero, las importaciones en bienes tangibles costaron US$ 47 mil millones, por un total de 17 mil millones de kilogramos "faltan 30 mil millones de kilos en mercancía, ése es el problema del desabastecimiento y la escasez".


Sutherland, mostró en una de sus láminas las transferencias netas de recursos hacia el extranjero, donde muestra cómo desde 2003 hasta 2012 salieron de la nación US$ 224 mil millones, y enfatiza que "ése es el gran problema de Venezuela, la fuga de capitales y no la guerra económica", mientras insiste en que los inconvenientes financieros en el país "son estructurales y no una cuestión coyuntural de unos tipos que están conspirando en una sala tomando café".


Otros de los conflictos que encuentra el especialista, es la falta de claridad en las transacciones que realiza el Estado. "Nosotros no sabemos qué se compró, ni a qué precio" y añade que "nosotros tenemos que exigir transparencia y auditablidad".


Por su parte, Heiber Barreto, politólogo militante de la llamada marea socialista de la corriente de izquierda del PSUV, explica que las cifras mencionadas por Sutherland, se dieron a conocer en febrero de 2013 a través del exministro Jorge Giordani, "quien en el Últimas Noticias declara que le desfalcaron a la nación alrededor de US$ 5 mil millones", y posteriormente en abril, quien para entonces ocupaba el cargo de presidenta del Banco Central de Venezuela, Edmée Betancourt, advierte que la estafa fue de US$ 22 mil millones.


Barreto, apunta que para él lo más resaltante de ambas declaraciones fue el señalamiento de Giordani sobre "empresas privadas y públicas" como participantes en las malversaciones.


El politólogo indica que el control de cambio, instaurado para evitar la fuga de capitales, no logró su cometido sino que empeoró la situación. "En diez años de control cambiario, el mismo Gobierno reconoce que existen en el exterior en cuentas privadas US$ 130 mil millones". En ese sentido sostiene "es decir, de manera fraudulenta se entregaron entre US$ 10 mil y 15 mil millones anuales".


Según el politólogo, no es una coincidencia que el 2012 haya sido "el años de la estafa", ya que para esa fecha "la cúpula del poder, o burguesía burocrática" sabía que el expresidente Chávez iba a morir y emprendieron "la raspadera de hoya". "Ya venían estafando a la nación durante todos los años del control de cambio pero en el 2012 es cuando le asestan el más duro golpe al erario nacional, y se roban, según Edmée Betancourt, más de US$ 22 mil millones".


MUCHA CORRUPCION

Barreto mantiene que en Venezuela existen suficientes procedimientos, dentro de una gran cantidad de instrumentos jurídicos "que regulan a la administración pública", por lo que se debe hacer un "control previo y posterior de la mercancía que ingresa al país". Asimismo, ejemplifica que si una empresa pidió dólares para importar carne, el Estado tenía que ir hasta La Guaira y verificar los containers "para ver si la traían o traían chatarras". "No era nada difícil, y menos con las infraestructuras de un Estado que tiene las instituciones y maneja las aduanas", agrega.


Igualmente, subraya que el inconveniente radica en la asociación para delinquir de "una burguesía corrupta y un sector parasitario de la burguesía privada", y destaca que "cuando eso ocurre, no hay mecanismo que valga". Además, Barreto, apunta a la impunidad como otro culpable del problema. "La fiscal Luisa Ortega Díaz, apenas acaba de publicar una lista de 30 empresas que están investigando. Pero ¿Por qué no nos dicen cuántos dólares recibió cada empresa? Y otra cosa, ¿Por qué no se abrió una investigación cuando eso fue dicho desde hace año medio?", cuestiona.


Para Barreto, esto es un indicio de que "están involucrados tanto la cúpula del Gobierno como sectores de la oposición", agregando que "la corrupción es entre empresarios privados de la oposición, empresarios chavistas y de la cúpula burocrática. Por lo que a ninguno le conviene que se aplique la justicia frente a este asalto al erario público, que tiene al país en una crisis de divisas, y quieren cargarle al bolsillo del pueblo trabajador para que la pague, aumentando la gasolina y los precios de los productos".


El politólogo afirma que la corriente a la cual representa, la marea socialista del PSUV, entregó al Ejecutivo nacional una propuesta en la que piden "conformar una comisión autónoma para auditar los 10 años de control de cambio". Sin embargo, declara que el presidente Nicolás Maduro distorsionó a los pocos días la idea. "Salió diciendo que sí van a auditar el primer semestre del 2014", señala Barreto, al tiempo que agrega "eso es un cinismo, porque de lo que tenemos denuncias es del 2012 ¿Por qué no dice que van a auditar por lo menos ese año?".


Igualmente, el especialista apunta que "con lo que se robaron en el 2012, alcanza para celebrar dos mundiales como los de Brasil. Ya que en ese país se gastaron, en infraestructuras deportivas, US$ 11 mil millones, y solo hace dos años se robaron de Venezuela US$ 22 mil millones".


INDICATIVOS DE UN PROBLEMA

Por su lado, Ricardo Villasmil, señala sobre la intervención de Sutherland que "si bien las relaciones son indicativas de un problema", advierte que "los precios han variado a lo largo del tiempo", al tiempo que explica "así fuesen los mismos productos, cosa que no son, la factura sería mucho más elevada.


Además, la composición de productos también cambia. Todos sabemos que en el 2006-2007, las importaciones en Venezuela tuvieron un boom particularmente de vehículos, de línea blanca. Por lo que había que depurar esa constitución de artículos".


Sin embargo, Villasmil señala que una vez se realiza dicha acción "aún queda un problema de sobrefacturación, del cual el sector público no puede escaparse, porque representa entre 47% y 50% de las importaciones hoy en día". Destacando que "si vamos a hacer un ejercicio de revisión, obviamente el importador más grande tendría que ser el primero en ser escrutado. Porque además, es el que tiene menos controles porque no tienen accionistas y no tienen la vigilancia que tiene el sector privado".


Para el economista, los incentivos a sobrefacturar generalizados "son propios de un sistema de este tipo" donde el máximo estímulo "es tener dólares", porque luego, según explica, se tiene el problema de convertirlos en la moneda local para obtener las ganancias. "Todo es un sistema que alimenta, tanto para el importador privado, como en el público, una gigantesca corrupción".


DESTRUCCIÓN DE LA INDUSTRIA

Por su parte, el politólogo, Guillermo Tell Aveledo, expresa que la evaluación de Manuel Sutherland es una muestra dos cosas. La primera "de nuestra dependencia del mercado externo para obtener bienes que, hace unas décadas apenas, podían obtenerse en Venezuela". Mientras que la segunda "es destrucción de la industria privada en el país, y de una industria nacional, aún pública, es un hecho patente en estos años".


Aveledo, declara que esto genera "que tengamos que ser dependiente de ése mercado", subrayando que "esto no sería demasiado grave si fuéramos uno de esos países que no tienen grandes industrias nacionales, y que son en esencia importadores, pero que producen muchas divisas por el comercio o servicio".


El especialista, destaca que en el país existe "un cuello de botella, derivado de que solo hay un agente económico, que es a la vez el mayor importador de bienes y servicios, y el único que tiene el permiso de tener dólares y distribuirlos; y ese es el Estado venezolano, que es dueño de ese monopolio que genera una enorme distorsión en los precios, y los incentivos". De igual forma, manifiesta que "hay corrupción porque el gobierno es el único que permite el acceso a esos dólares".

Publicado el 18 de Agosto en www.talcualdigital.com

 
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