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Este es el informe textual de la calificadora #China Dangong sobre el riesgo #Venezuela.

jueves, 14 de agosto de 2014





Dagong Global Credit Rating Co., Ltd.
01 de julio 2014.

Dagong Global Credit Rating Co., Ltd. (en lo sucesivo, "Dagong") decide rebajar las calificaciones crediticias locales y soberana en moneda extranjera de la República Bolivariana de Venezuela (en lo sucesivo, "Venezuela") de BB + a BB-, cada uno con una perspectiva negativa. Desequilibrios macroeconómicos graves arrastrará Venezuela en recesión en el corto plazo, y exacerbara el riesgo de malestar social. Su gran déficit fiscal, las reservas internacionales insuficientes y la presión de la fuerte devaluación de la moneda local contribuyen a una tendencia evidente de disminución de la solvencia moneda nacional y extranjera del gobierno.

Las principales razones para rebajar las calificaciones crediticias soberanas de Venezuela se dan de la siguiente manera:

1. La escalada de los riesgos económicos amenazan la estabilidad política de Venezuela, y el medio ambiente de amortización tiende a deteriorarse. Después de la muerte del ex presidente Hugo Chávez en 2013, Nicolas Maduro ganó las elecciones presidenciales por un margen estrecho. La transición pacífica del poder político estabilizo la situación interna por el momento. Sin embargo, la ineficacia que el gobierno muestra en el trato con el desequilibrio estructural de la economía y el deterioro de los resultados de seguridad social junto con un creciente descontento de la población con el gobierno, debilita el fundamento de gobierno hasta cierto punto. En consecuencia, existe riesgo de futuros aumentos de la inestabilidad política.

2. El daño a la capacidad de creación de riqueza causada por desequilibrio económico arrastrará a la economía en una recesión en el corto plazo, y el largo plazo el desarrollo económico carece de impulso. Los problemas estructurales acumulados a largo plazo, tales como tipos de cambio sobrevaluados y la alta inflación se destacaron en 2013 A pesar de que el gobierno hace esfuerzos para estimular la economía mediante la regulación integral y la expansión fiscal a gran escala, la hiperinflación y la devaluación de la moneda distorsionará aún más la estructura macroeconómica. Por otra parte, la disminución de la producción de petróleo y la fluctuación de los precios internacionales del petróleo harán difícil para impulsar las exportaciones visibles. En consecuencia, se espera que Venezuela habra una contracción económica del 2,3% en 2014 En el mediano plazo, la insuficiente inversión en la industria del petróleo frenará el ejercicio de la ventaja competitiva de Venezuela dotada por sus reservas de petróleo, mientras que el desequilibrio macroeconómico persistente socavará aún más su impulso endógeno para el crecimiento económico. En este sentido, la economía de Venezuela se estima que crecerá a un ritmo lento en el mediano plazo.

3. El déficit fiscal elevado se suma a la carga de la deuda del gobierno. Sujeto a la recesión económica a corto plazo y la intensificación de la contradicción social, el gasto social seguirá creciendo rápido, posando una mayor presión para las finanzas públicas. En 2014, el déficit de las administraciones públicas se estima en un 14,7% del PIB. Con la necesidad de financiamiento del déficit a gran escala, la carga de la deuda del gobierno se eleva rápidamente. Se espera que la deuda de las administraciones públicas alcanzara el 52,2% del PIB, y posiblemente superar el 60% en 2018. Desde los profundos problemas estructurales que residían en la economía y las finanzas del gobierno, es difícil de mejorar fundamentalmente la situación fiscal en el mediano plazo, y la solvencia del gobierno se verá afectada de forma significativa.

4. El déficit de la balanza de pagos y la insuficiencia de las reservas internacionales añaden más presión sobre los pagos internacionales y el riesgo de pago de la deuda externa se eleva significativamente. Debido a la disminución de los ingresos por exportaciones de petróleo, así como una grave fuga de capitales, la balanza de pagos de Venezuela registró un déficit menor en 2013, y el déficit difícilmente puede ser limitado en el corto plazo teniendo en cuenta los riesgos económicos crecientes. En 2013, las reservas internacionales cayeron a 5,7% del PIB, la cobertura de 95,6% de la deuda externa a corto plazo y el 19,4% de las deudas externas totales. A corto plazo, los riesgos sobre la solvencia de la deuda externa tienden a aumentar a la luz del deterioro de la balanza externa que plantea más presión sobre la devaluación de la moneda local, así como la escasez de las reservas internacionales.

En el corto plazo, las medidas de política como la intervención administrativa directa y la expansión fiscal apenas pueden resolver el desequilibrio estructural interno, y la prolongada recesión incurrirían en la incertidumbre política. Alto déficit fiscal aumenta la presión sobre el gobierno en términos de financiación, elevando sus deudas. Por otra parte, en vista de los riesgos de devaluación en circulación de la moneda local y grave escasez de las reservas internacionales, la solvencia del gobierno de moneda local y extranjera se enfrenta a grandes riesgos a la baja. Por lo tanto, Dagong mantiene una perspectiva negativa para ambas calificaciones soberanas en moneda local y extranjera de Venezuela para los próximos uno o dos años.




 
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