Este sábado, las farmacias de la Avenida 0, ubicadas muy cerca del Centro Comercial Ventura Plaza, en Cúcuta, recibieron más venezolanos que de costumbre, pero no sospechaban que la razón era la apertura del paso a través del puente internacional.
Inesperadamente, las autoridades fronterizas de ambas naciones permitieron el cruce peatonal desde San Antonio del Táchira desde las 9:00 am. No hubo anuncio oficial ni transmisión televisada; una combinación de redes sociales y comunicación boca a boca hizo que el acceso se colmara de personas que buscaban adquirir alimentos y medicinas.
Del otro lado, eran pocos los que tenían conocimiento de la situación desde temprano, pues los consumidores venezolanos aún no colmaban las avenidas ni los establecimientos comerciales. “Nosotros recibimos aproximadamente 30 venezolanos diariamente. Antes del cierre, imagínese, como 500, 600″, describió la empleada de una de las farmacias consultadas.
Explicó que los farmaceutas la frontera aceptan prescripciones de médicos venezolanos. Para algunos fármacos de venta controlada, como los psicotrópicos, sí es necesario tener la autorización de un facultativo colombiano.
Cristian Jaimes, regente de una las farmacias consultadas, explicó que los medicamentos que más buscan desde el otro lado de la frontera son los antihipertensivos, seguidos por algunos fármacos de uso oncológico. Indicó que antes aceptaban bolívares, pero como su valor ha estado fluctuando tanto, ahora solo reciben pesos.
En otro establecimiento, ubicado en la misma calle, un empleado llamado William coincide en que éstos son los más demandados. “Aquí han llegado hoy como 20 venezolanos, esos son los clientes fuertes de aquí”, dijo.
Contó que él también es venezolano y lleva pocos meses viviendo en Cúcuta. Su esposa, de origen colombiano, cruzó la frontera para renovar el pasaporte y fue sorprendida por el cierre, ordenado por el presidente Nicolás Maduro el 19 de agosto de 2015. “Ella había venido por el pasaporte y para que su papá conociera a su nieta, nuestra hija. Pasamos casi 6 meses sin vernos”, relató.
El joven de 29 años, de origen caraqueño, admitió sin reservas que solía ser chavista e, incluso, llegó a votar por Maduro y participó como miembro de las UBCh para las elecciones contra Henrique Capriles Radonski. Asegura que decidió irse a vivir a Colombia cuando “las cosas se pusieron muy difíciles” y que el actual presidente “destruyó al país”. “Mi esposa no se quiere regresar a Venezuela”, lamentó.
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