Polémico: "La gente de fútbol y los tres milloncitos"
miércoles, 13 de julio de 2016
La oficialización de lo que era un secreto a voces llegó con las declaraciones de Jesús Berardinelli, Presidente de la Comisión de Finanzas de la Federación Venezolana de Fútbol, recogidas por el programa Conexión Goleadora, en las que afirmaba: “Se le va a dar a la Federación el dinero para contratar el vuelo chárter y pagar también la preparación de las selecciones femeninas. Con esto ayudamos a Rafael Dudamel para que todos los jugadores lleguen directo a Barranquilla y se prepare en las mejores condiciones el duelo premundialista ante Colombia”. En la misma nota, el representante federativo agradeció la diligencia de los funcionarios del gobierno nacional por la rapidez con la que atendieron el pedido.
Esa petición a la que hace referencia Berardinelli fue dada a conocer por la cuentas oficiales de twitter y facebook de la Selección Vinotinto.
En ella resaltaba una frase más que llamativa que vale la pena reiterar:
“Es el momento oportuno para que el presidente Maduro se ponga la camisa Vinotinto y juegue a favor de nuestra selección nacional”.
Mi estimado lector, en la vida están los que piden y los que otorgan. Pedir, pedir podemos todos y cada uno de nosotros. Pero quienes aprueban esas demandas tienen la enorme responsabilidad de determinar la validez de cada encargo y la importancia de cada demanda. Creo pertinente aclarar este punto porque tanto Rafael Dudamel como la FVF están en su legítimo derecho de solicitar ayuda para cumplir con las obligaciones inherentes a su cargo, más allá de que su requerimiento deja a la misma Federación con el trasero al aire…
Lo que genera ruido es que desde trincheras ajenas al deporte se hable de dinero y de divisas internacionales con semejante ligereza. Hay quienes incluso han tenido el descaro de justificar estas expresiones porque, siempre según estos iluminados, “tres millones de dólares no solucionan gran cosa”. Vale la pena aclarar que se habla de esa cifra porque medios de comunicación así lo han reseñado.
Seguramente, esos tres milloncitos no son suficientes para acabar con la crisis alimentaria o de medicinas que sufre el país, ni tampoco para reactivar motores industriales tan necesarios para resolver la grave situación económica nacional, pero aunque esta “gente de fútbol”, que repito no son Dudamel ni la FVF sino los alcahuetes y oportunistas de siempre, crea que ese es un dinerito, un sencillito, no lo es. Tres milloncitos harían mucha diferencia y hacen demasiada falta, aunque estos pobres diablos no lo crean.
En cada hospital de nuestro país, más allá de la crisis de medicamentos, se vive un escenario que conmueve a todos los que se atreven a pisar sus instalaciones, y no es otro que la ausencia de alimentos calificados para recién nacidos y niños con problemas. Las fórmulas alimenticias hace rato que escasean, así como complementos proteínicos, teteros especializados, fórmulas para bebés prematuros, continuación y demás ayudas para la correcta alimentación de nuestros niños.
No miento; las madres venezolanas saben a lo que me refiero, así como los conocedores del área de la nutrición y otras aristas de la ciencia han venido alertando: la privación de estos complementos alimenticios compromete el futuro de esos niños, que no es otro que el futuro del país, de la patria.
¿Sabe usted cuánto cuesta un pote de Pediasure? ¿Una fórmula para bebés prematuros? En el link que aparece a continuación usted podrá entrar en el amplio inventario que ofrece la tienda digital Amazon y así hacerse la idea de cuanto pueden ayudar tres milloncitos de dólares, los mismos que estos vividores del fútbol nos quieren hacer ver como el billetico de cinco bolívares que ya ni para comprar fósforos sirve:
https://www.amazon.com/s/ref=nb_sb_noss_2?url=search-alias%3Dhpc&field-keywords=premature+baby+formula&rh=n%3A3760901%2Ck%3Apremature+baby+formula
Pero le decía que se trata de tres milloncitos nada más. Tres milloncitos que no llegarán al biberón de esos niños, cuya situación es tan conocida que algunos integrantes de la Vinotinto (Tomás Rincón, Christian Santos, Salomón Rondón y Adalberto Peñaranda) participaron recientemente en una jornada de recolección de esos productos para enviarlos al país.
Como esta es una nota que me nace de las tripas no voy a extenderme y criticar que a ese mismo Estado se le ha pedido en oportunidades muy recientes su colaboración en la formación de entrenadores que garanticen el futuro de las próximas generaciones vinotinto, o que a la selección de baloncesto, ganadora de torneos continentales y próxima participante de los Juegos Olímpicos Río 2016, no se le dan esas comodidades. Y digo que no me afinco en esas nimiedades porque esta nota no es deportiva, es un descargo frente a algo que no puede ser obviado: el desprecio por la vida.
Un reconocido analista político permanentemente hace referencia a que los grandes mercaderes del mundo hipnotizan a los pobres con, entre otras cosas, torneos de fútbol. Me enerva leer semejante desprecio por la actividad que adoro y que tengo como una perfecta muestra de laboratorio para intentar comprender al ser humano. Pero también lo entiendo, al fútbol claro está, como la menos importante de las cosas importantes, y por ello, cuando se me pasa la arrechera con Rafael Poleo, simpatizo con lo que quiere decir y me doy cuenta que nunca falta una roportunidad para seguir haciendo buena aquella vieja práctica romana de distraer a punta de pan y circo, sólo que a falta de pan, por estas calles abunda el circo.
Mientras recuerdo la labor que hace tanta gente que admiro para palear lo que nuestro dinero y nuestra administración decidió olvidar, me reafirmo: no soy gente de fútbol; soy un tonto más que cree que hay cosas mucho más importantes que una pelota, aún cuando ésta llene de alegría a esos estómagos vacíos a los que tres milloncitos de dólares tanto pudieran ayudar…
Publicado en El Estimulo: http://elestimulo.com/blog/la-gente-de-futbol-y-los-tres-milloncitos/