Según el Ministro Molina, en Venezuela se producen 8 millones de toneladas de cemento al año, cantidad que garantiza los materiales para las construcciones de obras públicas y las obras sociales, sin embargo, aparte de que la realidad de la calle echa por tierra estas aseveraciones, estas cifras no coinciden con las de Johnny Linares, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Venezolana de Cementos (Vencemos), quien asegura, que la producción de cemento en nuestro país, el año que acaba de terminar fue de 5 millones, un 50% de la capacidad instalada que es de 10 millones de toneladas.
De esa producción, el 80% fue a parar a la Gran Misión Vivienda, a un precio de 150 bolívares el saco, mientras que el resto, 20%, fue al mercado con un precio marcado de 3.360.
Explicó el dirigente sindical, que el costo de la producción de un saco de cemento está alrededor de 2.000 bolívares para las plantas que no poseen canteras, “y entre 600 y 800 bolívares para aquellas que las poseen”.
La industria cementera es otra muestra mas de la ineficiencia y desorden de un Estado que se dedico a expropiar, en lugar de incentivar la iniciativa privada en el país.
La Ciencia del Bolsillo.
