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Listos para la guerra.

miércoles, 18 de enero de 2017


Nota de prensa: El presidente de la República, Nicolás Maduro, sostuvo este sábado que los ejercicios militares cívico-militares Zamora 200 que se realizan no tienen precedentes en la historia militar de Venezuela y su objetivo es “hacer a nuestra patria inexpugnable”.
“Estamos haciendo historia de la grande porque esta es la FAN con la doctrina más humanista de la humanidad”, dijo en los espacios del Fuerte Guaicaipuro, ubicado en Miranda, donde fue recibido por el ministro para la Defensa y Comandante Estratégico Operacional, Vladimir Padrino López.
“Venimos desarrollando nuestros propios conceptos operativos, en el marco de guerra popular prolongada, del concepto de guerra de todo el pueblo. Lo que estamos haciendo es llevando a la práctica todo el concepto estratégico, la teoría, la preparación y todo el armamento que está dispuesto para hacer a nuestro país que no pueda ser tocado jamás por ninguna potencia imperialista o lacayo que se atreva a agredir militarmente a nuestro país”, señaló.
Hasta aquí la nota de prensa. Ahora vamos con la realidad.
En Venezuela no hay comida ni para alimentarse en tiempos de paz. La escasez es producto de la propia guerra del gobierno contra empresarios, productores y proveedores. Y, como se sabe, sin comida no hay vida. Primera coba.
En Venezuela no hay energía eléctrica suficiente para poner a andar ni a los ciudadanos ni al sector industrial en tiempos de paz. Sin ese elemento, las fuerzas leales a la revolución para derrotar al imperio tendrán que cargar velas y fósforos para poder ver los huecos que están regados por todas las calles, avenidas, carreteras y autopistas en el país, sede del temido enemigo del imperio. Y, como se sabe, sin energía eléctrica no es posible ganar ni siquiera una pelea de gallos. Segunda coba.
En Venezuela no hay gasolina suficiente en tiempos de paz. El gobierno tiene tiempo importando para mantener a los carros de los súbditos andando por ahí y para que los aviones sigan medio trabajando. Sin gasolina no hay guerra posible ni en una partida de dominó. Tercera coba.
En Venezuela no hay agua suficiente en tiempos de paz. Imagínense en una guerra. Y si el combate heroico se produce en tiempos de verano, cuando se seca hasta la piscina de Fuerte Tiuna, será peor para las fuerzas revolucionarias. Sin agua no hay guerra ni en tiempos de carnaval. Cuarta coba.
En Venezuela no hay plata. El despilfarro, la corrupción y la regaladera a los amigotes comunistas, dejaron al país quebrado. Pidiendo prestado y dando activos en garantía para seguir en la guachafa socialista. Sin plata no se gana ni un juego de metras. Y, en realidad, lo que tiene Venezuela es una deuda impagable, enorme; una inflación que se come a los súbditos sean soldados o no. Y una economía considerada el peor fracaso del mundo justo ahora, cuando muchas naciones de la región comienzan a salir adelante. Quinta coba.
En Venezuela no hay hospitales ni clínicas privadas ni suficientes ni en buenas condiciones para atender a la gente en tiempos de normalidad. Solo piensen en una guerra. La gente morirá en las calles. Tampoco hay medicinas. Venezuela no produce ni algodón. Depende de la importación y ahí hay un problema grave: no paga a los proveedores, es un país maula. Por eso no le venden. Y, por si fuera poco, en guerra cómo entran las importaciones sin que el enemigo haga algo por impedirlo. Otra coba, la sexta.
La infraestructura del país, de toda Venezuela, está destruida sin que haya caído una bomba. Eso quiere decir que con carreteras y autopistas demolidas, sin acceso al mar o a los aeropuertos, con el Guri más de allá que de acá y los puertos rodeados, la guerra es tan cuento chino que la cadena de VTV pareció más bien una película cómica. Otra coba, la séptima.
Y la peor coba es que ni siquiera hay enemigo. Hasta eso lo inventó el chavismo cívico-militar. Más enemigo que el mismo chavismo en el gobierno nunca tendrá Venezuela. Ni los ciudadanos tampoco.
Cúbranse. Corran por sus vidas.
Publicado en: El Universal
 
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