Trabajadores aseguran que Chrysler podría irse de Venezuela
viernes, 24 de febrero de 2017
La empresa automotriz FCA de Venezuela, antigua Chrysler, sorprendió a sus trabajadores con candados en los portones de acceso a la planta en la Zona Industrial de Valencia. Ante esta situación los empleados no descartan que la compañía cese operaciones en el país.
“Si el plan de la empresa es irse que lo digan de una vez. Esto prácticamente es un despido”, repetían algunos de los trabajadores, mientras se mantenían frente a las puertas de la compañía. Otros aseguraban que la empresa no había introducido ningún pliego ante la Inspectoría del Trabajo para cerrar la planta.
Christian Pereira, secretario general del sindicato que los agrupa, informó que la firma estaría tomando acciones de retaliación frente a un grueso número de trabajadores que han estado protestando para solicitar un incremento salarial, que de acuerdo a lo que establece la convención colectiva, debería ubicarse en 800% más de lo que reciben en este momento.
“FCA está dando pasos gigantes para irse del país y nos está chantajeando a los trabajadores con que la única manera de quedarse es que no solamente le entreguemos, como lo hacemos todos los días, la fuerza laboral, sino lo poco que podemos obtener de ella, como el salario y los beneficios convencionales y no estamos dispuestos a entregárselos. Aún ellos yéndose del país, nos tienen que pagar el salario que dice la ley para el cálculo de las prestaciones sociales. Nosotros no estamos abandonando nuestra responsabilidad de trabajar”, explicó.
“Nuestra convención colectiva, en la cláusula 6, establece un ajuste semestral por inflación y la empresa tiene 18 meses que no lo cumple. Somos 900 trabajadores que estamos afectados aquí”.
Pereira resaltó que esta es la cuarta semana que no reciben sus pagos por lo que una vez más hicieron llamados a la gerencia de la planta, a las autoridades del Ministerio de Trabajo y del gobierno nacional, para que reanuden sus cancelaciones. Se quejó que antes de la suspensión de pagos, solamente estaban recibiendo 10.000 bolívares semanales.
“Nosotros desde el año 2013 estamos diciendo que la industria automotriz en Venezuela está en peligro de extinción, y el tiempo nos ha dado la razón. La industria se ha negado a producir si no le dan las facilidades que se le han dado en muchos años y no entienden el momento por el que está pasando el país”, acotó el vocero sindical.
Añadió que el año pasado participaron en mesas de discusiones del sector automotor y en lo que va de 2017 ya han asistido a seis reuniones, pero los empleados exigen que estos encuentros sean más productivos.
Pereira rechazó que los dirigentes sindicales sean amenazados con visitas de cuerpos de seguridad del Estado en las instalaciones de la planta.
- Comunicado -
Los trabajadores rechazaron algunas de las acusaciones que contenía un comunicado que circuló en la empresa. “Ellos alegan un montón de mentiras terribles, que nosotros incurrimos en actos de violencia, que por protestar, atropellamos personas y eso es totalmente falso”, enfatizó Pereira.
“Les agrede que todos estos trabajadores protestemos porque no estamos comiendo, porque no estamos cobrando”, se interrogó.
En la planta están pendientes por concluir el proceso de pintura y de añadidos de piezas de 110 unidades de la camioneta Grand Cherokee que serán vendidas en concesionarios, bajo la modalidad dual de bolívares y dólares. Su precio se ubicaría alrededor de 60.000 dólares cada una, según trascendió.
Mientras tanto, las labores en la planta llevan varias semanas nuevamente detenidas. La intermitencia en las operaciones se ha vuelto una constante en las automotrices que funcionan en Carabobo, debido a la falta de materia prima e insumos para el ensamblaje de vehículos, que en su mayoría vienen del exterior.
Publicado en: El Estimulo
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